Los desiertos, vastos y aparentemente inhóspitos, son enclaves de una belleza deslumbrante y una serenidad que a menudo se pasa por alto. Más allá de las dunas de arena y la aridez aparente, estos desiertos encierran secretos naturales, formaciones geológicas impresionantes y experiencias únicas. Aquí te presentamos cinco desiertos por los que vale la pena viajar para visitarlos.
Desierto del Sahara, África
El Sahara, el desierto cálido más grande del mundo, se extiende a través de África del Norte y cautiva con sus dunas ondulantes y vastos paisajes.
Desde las pirámides de Egipto hasta las antiguas ciudades caravaneras, el Sahara es un testimonio de la historia milenaria y la riqueza cultural de la región.
Las expediciones en camello y los paseos por las dunas al atardecer ofrecen una experiencia inolvidable en este vasto océano de arena.
Desierto de Atacama, Chile
En el corazón de América del Sur, el Desierto de Atacama se revela como un paisaje surrealista de colores vibrantes y contrastes extremos.
Este desierto, considerado el más árido del mundo, es hogar de salares impresionantes, valles de la luna y géiseres que rompen la monotonía de la aridez.
Observatorios astronómicos de clase mundial aprovechan la claridad del cielo nocturno, convirtiendo al Desierto de Atacama en un paraíso para los amantes de la astronomía.
Desierto de Wadi Rum, Jordania
Conocido como el Valle de la Luna, el Desierto de Wadi Rum en Jordania es un paisaje extraterrestre de arenisca roja y acantilados escarpados.
Famoso por ser el escenario de películas épicas como “Lawrence de Arabia” o “The Martian”, este desierto ofrece oportunidades únicas para explorar antiguas inscripciones nabateas, realizar excursiones en jeep y disfrutar de noches bajo un cielo estrellado sin igual.
Desierto de Sonora, Estados Unidos y México
El Desierto de Sonora, que se extiende a través del suroeste de los Estados Unidos y México, sorprende con su diversidad biológica y la presencia de saguaros gigantes. Este desierto combina paisajes desérticos con bosques de cactus, ofreciendo oportunidades para el avistamiento de aves, caminatas entre formaciones rocosas y experiencias únicas en reservas naturales como el Parque Nacional Saguaro.
Desierto de Gobi, Mongolia y China
En la frontera entre Mongolia y China, el Desierto de Gobi es un vasto territorio de dunas, montañas y extensos yermos. Con una rica historia que abarca desde la Ruta de la Seda hasta los fósiles de dinosaurios, el Gobi ofrece una combinación única de cultura y naturaleza. Los nómadas locales, los acantilados de Khongoryn Els y los paisajes lunares del Parque Nacional Gobi Gurvansaikhan hacen que este desierto sea una fascinante ventana a la antigüedad y la geología.