Por Juan Pablo Ojeda
En un partido que prometía ser un verdadero tira y afloja, los Seattle Seahawks encontraron más dificultades de las esperadas al enfrentarse a los San Francisco 49ers. Desde los primeros minutos, la situación se tornó complicada para Geno Smith, quien no tuvo su mejor noche, mientras que la defensiva de los Seahawks dejó mucho que desear.
Los 49ers, liderados por su quarterback Brock Purdy, aprovecharon la oportunidad para tomar la delantera en el primer cuarto, aunque no lograron capitalizar completamente sus opciones. A pesar de que el primer cuarto fue una lucha cerrada, el segundo cuarto se tornó decisivo: los 49ers aplastaron a los Seahawks, anotando 13 puntos, mientras que Seattle solo pudo sumar un gol de campo.
En la segunda mitad, los Seahawks regresaron al campo con un renovado ímpetu, anotando 14 puntos y mostrando destellos de lo que pueden hacer cuando están en ‘Modo Bestia’. Sin embargo, los 49ers no se quedaron atrás y añadieron siete unidades a su cuenta. A pesar de la lucha, el último cuarto se volvió un desafío para Seattle.
Con más de 10 minutos en el reloj y la oportunidad de empatar, Geno Smith lanzó una intercepción en una jugada crucial cerca de la zona roja. Este error costó caro a los Seahawks, ya que permitió a los 49ers alejarse aún más en el marcador.
Los Seahawks no se dieron por vencidos y, tras una anotación durante la pausa de los dos minutos, parecía que podían forzar un empate. Sin embargo, la defensiva cometió un error fatal, permitiendo a los 49ers anotar nuevamente y sellar su victoria en un duelo que, aunque emocionante, dejó a Seattle con más preguntas que respuestas.
Este resultado deja a los Seahawks en una encrucijada, mientras los 49ers continúan mostrando su dominio en la división.