Ciudad de México, 27 de septiembre del 2023.-.- El presidente Andrés Manuel López Obrador vuelve a estar en el ojo del huracán tras sus recientes declaraciones en la tradicional mañanera, donde abordó el tema del amparo que la Suprema Corte de Justicia de la Nación resolverá en contra de la ley de la industria eléctrica.
«Sería un acto de traición a la patria», proclamó López Obrador, refiriéndose a la posible continuación de políticas que, según él, favorecen el saqueo de los recursos nacionales. Una clara crítica a la estructura del Poder Judicial, acusándola de proteger intereses extranjeros, especialmente tras reformas realizadas en la época de Carlos Salinas de Gortari y continuadas por Ernesto Zedillo.
El mandatario no se contuvo al recordar las políticas de décadas pasadas que permitieron la entrada de empresas extranjeras en la industria eléctrica, cuestionando el papel del Poder Judicial que, a su juicio, no actuó en defensa de la Constitución y las leyes supremas del país.
Sin embargo, la verdadera piedra en el zapato se encuentra en las recientes reformas a la ley de la industria eléctrica que favorecen al Estado sobre el sector privado. López Obrador subraya que estas reformas, lejos de beneficiar al pueblo de México, han inflado los precios de los combustibles y la electricidad, generando beneficios para particulares pero perjudicando al ciudadano común.
No obstante, el punto culminante fue la mención de un escrito del ex presidente Adolfo López Mateos sobre la nacionalización de la industria eléctrica, que sirve de recordatorio a los jueces y magistrados actuales sobre la prioridad y soberanía de los recursos nacionales. En este escrito, López Mateos resalta la esencia y propiedad exclusiva de los recursos energéticos para el pueblo mexicano, enfatizando la traición que significaría entregarlos a intereses foráneos.
En medio de este debate, López Obrador finaliza haciendo alusión a la política neoliberal y la elección de 2018, señalando la oportunidad que representó para revertir el saqueo y el despojo que, a su juicio, se había perpetrado durante décadas. Una clara llamada a no retroceder y a proteger el patrimonio energético del país.
La tensión entre el gobierno y las empresas, nacionales y extranjeras, en el sector energético, está lejos de disiparse. Mientras la Suprema Corte se prepara para tomar decisiones cruciales, el país observa y espera, consciente de que su futuro energético y económico está en juego.