CDMX, 24 de enero del 2023.- La primera de ellas es muy pesimista y se basa en que el jurado que lo procesa en Nueva York se abstenga de declararlo culpable alegando que no se le va a aprobar nada y por tanto lo tienen que liberar, lo cual sería un fiasco.
Sobre todo, señaló, quedarían muy mal las agencias del gobierno (la oficina antinarcóticos DEA y la Agencia Central de Inteligencia) y el propio Estados Unidos y su actual gobierno.
Aunque no explicó sus argumentos para pensar así, minutos antes el director de Comunicaciones de la Presidencia, Jesús Ramírez, leyó un informe del primer día del juicio en el que se hace referencia a los estrechos vínculos de García Luna con altos funcionarios del gobierno de Estados Unidos.
La segunda hipótesis del mandatario es que el acusado actuó solo, por su cuenta, engañó a autoridades de México y de Estados Unidos, a los expresidentes Felipe Calderón y Vicente Fox, e incluso a Enrique Peña Nieto.
Aunque tampoco lo dijo -esa tesis la manejó ayer en la primera vista la fiscalía de Nueva York al asegurar que el reo engañó a los dos países-, de prosperar entonces sí sería condenado lo más probable a cadena perpetua pues las denuncias de ayer si se prueban ameritan más de 20 años de prisión -sanción mínima- y habría que esperar cómo reaccionaría García Luna.
López Obrador consideró que hay condiciones especiales en ese proceso que deberían de aclararse y tienen que ver con el pensamiento conservador de políticos y gobernantes que permiten que individuos como l exsecretario se metan adentro y logren tanto poder, lo cual los atonta, los vuelve locos, y los corrompe.
Y la tercera hipótesis es la posibilidad de que, efectivamente, ni Fox ni Calderón supieran, o no le dieran importancia, o sospecharan pero no valoraron a fondo, lo que estaba haciendo García Luna.
Frente a ello, y dentro de esa misma hipótesis, está la posibilidad de que sí lo sabían porque tenían, cuando menos, la información que se le rinde a los presidentes, pero si hubo omisión en sus actuaciones, eso es cosa ya de los fiscales y jueces.
López Obrador aclaró que, aunque en el juicio de Nueva York hay observadores mexicanos pues se trata de una acusación de autoridades de Estados Unidos, no de mexicanos, hay otro proceso por una defraudación de 700 millones de dólares en la Florida que sí le corresponde a México y puede intervenir, todo lo contrario a lo que dicen los abogados defensores, pues son activos mexicanos.
Hoy el juicio en Nueva York entró en su segundo día, pero si el reo no se declara culpable, el proceso puede durar hasta ocho semanas para que se dilucida el caso y se dicte sentencia.