CIUDAD DE MÉXICO, 12 de octubre de 2023.- El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció en la conferencia mañanera de este jueves que está tomando la dirección personal de la investigación sobre el caso Ayotzinapa. “Yo personalmente estoy conduciendo ya la investigación”, afirmó, haciendo hincapié en las continuas reuniones con el gabinete de seguridad para profundizar en el caso.
Destacando avances en el caso, el mandatario enfatizó que, «no hay en el mundo un caso donde por esta terrible e injusta desaparición de los jóvenes se tenga en la cárcel a dos generales, a miembros del Ejército, al procurador anterior (Jesús Murillo Karam), al señor (Tomás) Zerón». Además, reiteró su insistencia en extraditar a Zerón, a pesar de los conflictos con Israel.
López Obrador hizo énfasis en las complicaciones que su gobierno ha enfrentado debido a las infiltraciones de los conservadores. Criticó la “verdad histórica” construida previamente, tachándola de mentira. Resaltó el contraste en el tratamiento de las personas involucradas en el caso, señalando que algunos que habían demostrado haber sido torturados fueron liberados en poco tiempo, mientras que otros permanecen en prisión después de 15 años.
Refiriéndose al ex fiscal especial para el caso, Omar Gómez Trejo, el presidente señaló que su gobierno había enfrentado resistencia al tratar de obtener órdenes de arresto para varios involucrados. «Cuando le pedimos que se tramiten, se hagan los trámites para las ordenes de aprehensión del procurador, militares y de otros funcionarios de la procuraduría de ese entonces de alto nivel, se niega», dijo.
Finalmente, López Obrador comentó sobre las complicaciones internas que enfrenta su administración, atribuyéndolas a «simulaciones, hipocresías e infiltrados» dentro del propio gobierno. «Es que a veces se descuidan los secretarios o subsecretarios y se van metiendo gente o se conserva gente que está en contra de nuestro proyecto de transformación», concluyó.
La determinación del presidente de tomar las riendas de esta investigación refleja la prioridad que el caso Ayotzinapa tiene para su administración. Con tantos avances mencionados y la promesa de ir a fondo, las expectativas de justicia para las víctimas y sus familias se mantienen en alto.