CDMX a 10 de febrero del 2022.-En su rueda de prensa matutina en el Palacio Nacional, el mandatario hizo aclaraciones pertinentes de lo que dijo ayer en el mismo salón de conferencias, de tomarse un tiempo los dos gobiernos para reordenar la relación bilateral y ambos pueblos tengan los detalles.
Recordó que en los últimos tiempos empresas españoles, como Iberdrola, Repsol y OHL, abusaron de México al cual vieron igual que los colonialistas como tierra de conquista sin tomar en cuenta que ya no es lo mismo, y eso fue que dijo ayer cuando planteó tomarse un respiro, pero no ruptura de relaciones.
Reveló que cuando el presidente de Iberdrola visitó México no entendió la posición del Gobierno de que ya son otros tiempos, pero insistió en que el saqueo era legal y no aceptó que esos contratos fueron resultado de una política de clientelismo de los gobiernos de Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto, y algunos anteriores.
Un clientelismo de tal grado, dijo, que la titular de la Secretaría de Energía fue directiva de esa empresa y el expresidente Calderón, que desapareció a Luz y Fuerza del Centro y dejó en la calle a 40 mil trabajadores para favorecer a Iberdrola, cuando terminó fue a trabajar al consejo de administración de esa empresa española.
Esos privilegios, afirmó, significaron que Iberdrola se convirtiera en México en un monopolio, y han ofendido a los mexicanos pues no solo es que trabajen altos funcionarios para ellos sino lo que cuesta ese tipo de relación, hablamos de subsidios multimillonarios que podrían haber sido destinados a combatir la pobreza.
¿Cuánto se llevó Repsol de México en el gobierno de Calderón solamente en subsidio ilegítimo, y los de OHL que fue la empresa favorita del sexenio pasado, también española? se preguntó.
Esa fueron la bases de lo que planteé ayer cuando solicité darnos una pausa en las relaciones para el bien de nuestros pueblos, no hablé de ruptura, sino de serenarlas, que ya aquella época pasó y se reconozca la falta de respeto, y deberían de pedir hasta disculpas, pero no lo han hecho, expresó.
No importa que no lo hagan, dijo, pero sí vamos a pasar a una etapa nueva, que los dos pueblos sepan cómo ha sido esa relación y que no vean en ello alguna fobia, sino la necesidad de respetarnos, y lo mismo ocurre en el manejo político, señaló.
Ahora, dijo, algunos se rasgan las vestiduras y no recuerdan cómo el presidente del consejo de Bacomer, un banco español, intervino en la política interior mexicana y se pronunciara contra mi candidatura a la presidencia y me acusara de populista porque se sentían los dueños del país.
Y hora se ofenden, pero no hay ruptura, repitió, simplemente queremos ir despacio y asimilen que los tiempos han cambiado. Es solo una protesta contra los abusos y agravios al pueblo mexicano, concluyó.
Tomado de Prensa Latina.