CDMX a 19 de abril, 2024.- En una reciente intervención, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, lanzó una crítica contundente hacia los candidatos y candidatas que exhiben riqueza excesiva durante sus campañas, especialmente en contextos de pobreza significativa. Este comentario surge tras la controversia generada por Guadalupe Martínez, candidata a la alcaldía de Quecholac, Puebla, quien fue vista haciendo campaña en una camioneta Lamborghini valorada en aproximadamente 6 millones de pesos.
La candidata, representante del Partido Social de Integración (PSI), no es solo conocida por su campaña llamativa, sino también por su relación con Antonio Martínez Fuentes, alias ‘El Toñín’, vinculado por autoridades al robo de combustible, un problema persistente en varias regiones de México.
López Obrador, conocido por su enfoque en la austeridad y la crítica a la corrupción, subrayó que la ostentación es un «pecado social» en un país donde muchas comunidades aún luchan contra la pobreza extrema. Según el presidente, tales actos de opulencia podrían alienar a los votantes, particularmente en las zonas más desfavorecidas, donde la desconexión entre los candidatos ricos y las realidades locales podría ser especialmente marcada.
“No sé de qué partido y no quiero saber. Ni quién es ni nada. Y, además, es libre», declaró el presidente, refiriéndose a la candidata Martínez y a la autonomía de los partidos políticos para seleccionar a sus representantes. Sin embargo, también planteó cuestionamientos sobre la ética de candidatos vinculados con actividades ilícitas y la fuente de su riqueza.
Esta situación ha provocado un debate más amplio sobre la ética en la política mexicana y el tipo de liderazgo que debería promoverse para representar adecuadamente a todos los sectores de la sociedad.