CDMX a 20 de septiembre, 2024.- Una nueva variante de COVID-19, llamada XEC, está comenzando a propagarse rápidamente por diferentes partes del mundo y podría convertirse en la cepa dominante en los próximos meses. Detectada por primera vez en Alemania en agosto de 2024, la variante XEC es un recombinante, lo que significa que surgió a partir de la combinación genética de dos variantes anteriores: KS.1.1 y KP.3.3, ambas relacionadas con la variante JN.1 que fue dominante a principios de 2024.
A diferencia de variantes pasadas, la XEC presenta una mutación interesante, T22N, en la proteína de la espiga, la parte del virus que le permite unirse a las células humanas. Aunque los científicos aún están investigando cómo esta mutación podría afectar la propagación y severidad del virus, ya se ha visto que XEC tiene una ventaja de crecimiento frente a otras variantes, lo que sugiere que podría convertirse en la variante dominante en Europa, América del Norte y Asia en un futuro cercano.
Hasta la fecha, más de 600 casos de la XEC han sido identificados en 27 países, con Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, Canadá y Dinamarca registrando el mayor número de infecciones. Es probable que estos números aumenten conforme avance el otoño y las campañas de vacunación comiencen a preparar a la población, especialmente en lugares como el Reino Unido, donde la vacuna de refuerzo de este año está diseñada para ofrecer protección contra la variante JN.1, la antecesora de la XEC.
Por el momento, no hay evidencia concluyente que indique que la XEC cause una enfermedad más grave que otras variantes conocidas del COVID-19. Sin embargo, se espera que los síntomas asociados, como fiebre alta, dolor de garganta, tos, dolores corporales y cansancio, sean similares a los de otras variantes. Las hospitalizaciones, que tienden a aumentar durante los meses fríos, podrían atribuirse más al cambio de temporada y al aumento de la actividad viral en interiores que a la peligrosidad de esta variante en particular.
Aunque la variante XEC está bajo vigilancia constante, los expertos advierten que otras variantes como MV.1 también deben monitorearse de cerca. Como el virus del COVID-19 sigue evolucionando, es posible que nuevas variantes, recombinantes o no, continúen surgiendo en el futuro cercano.