CDMX a 21 de octubre de 2024.-La crisis hídrica en México se intensifica, revelando una paradoja alarmante: a pesar de las recientes lluvias torrenciales, la sequía continúa afectando amplias zonas del país. Según Norma Elizabeth Olvera Fuentes, investigadora posdoctoral del Instituto de Ingeniería de la UNAM, la falta de una adecuada planeación y políticas públicas eficientes son los principales culpables de esta crisis que pone en riesgo la vida de millones.
En una conferencia impartida en el Centro de Ciencias de la Complejidad (C3) de la Universidad Nacional, Olvera Fuentes destacó que, con 22.3 millones de habitantes, la Ciudad de México es la segunda urbe más poblada de América Latina, solo superada por São Paulo, Brasil. Para satisfacer la alta demanda de agua, la capital consume diariamente 61 metros cúbicos del vital líquido por segundo, lo que equivale a más de 5 millones de metros cúbicos al día, un volumen que supera la cantidad disponible en el corto plazo.
El Abastecimiento de Agua: Un Desafío Constante
La especialista explicó que el 66.3% del agua que se recibe en la Zona Metropolitana proviene de los acuíferos locales, el 25.5% del Sistema Cutzamala, el 6.3% del Sistema Lerma y el 1.8% de la presa Madín y sus manantiales. Sin embargo, la prolongada sequía, que se extendió hasta mediados de 2024, ha llevado a las presas y embalses a niveles de almacenamiento mínimos históricos, afectando el suministro de agua a cerca de 14 millones de habitantes.
Olvera Fuentes hizo hincapié en que la crisis hídrica no solo se traduce en escasez de agua, sino que también está marcada por la contaminación del líquido, el impacto del cambio climático y una desigualdad alarmante en la distribución de recursos hídricos. “La situación se vuelve crítica en términos de salud pública, agricultura, economía y estabilidad social”, alertó.
La Sequía en Números
De acuerdo con el Monitor de Sequía de la Comisión Nacional del Agua, a finales de septiembre de 2024, el fenómeno de la sequía persiste, especialmente en el norte del país. En el Valle de México, el 51.3% de la región enfrenta sequía extrema, mientras que un 33.9% presenta sequía moderada y un 14.7% excepcional.
Un Llamado a la Acción
Frente a esta compleja situación, Olvera Fuentes propuso un enfoque basado en la física y las ciencias de la complejidad. A través del uso de mapas cognitivos difusos, se pueden representar gráficamente las interrelaciones complejas que caracterizan el problema del agua. “Este modelo permite dar estructura al comportamiento del problema, ayudando a identificar soluciones efectivas”, concluyó.
La combinación de lluvias intensas y una sequía persistente evidencia la urgente necesidad de replantear nuestra gestión del agua en México. La implementación de estrategias de almacenamiento y consumo racional son pasos fundamentales para enfrentar este desafío y asegurar un futuro sostenible para las próximas generaciones.