Por Bruno Cortés
La diputada Dolores Padierna Luna (Morena) ha alzado la voz ante un problema que afecta a miles de niños migrantes: el riesgo de deportaciones masivas y la falta de protección en el proceso migratorio. En un punto de acuerdo presentado en la Comisión Permanente, Padierna Luna solicitó a las secretarías de Relaciones Exteriores y de Gobernación que informen sobre las acciones que se están tomando para garantizar la seguridad y los derechos de los niños migrantes, especialmente ante los nuevos planes de deportación de Estados Unidos, liderados por la administración de Donald Trump.
La preocupación de la diputada surge por los recientes anuncios del gobierno de Estados Unidos de intensificar las deportaciones de migrantes, lo que podría poner en peligro a miles de niños, niñas y adolescentes. En su mensaje, Padierna recordó los trágicos antecedentes de la administración de Trump, que provocaron la separación de miles de familias y la desaparición de menores en el sistema de detención. La diputada advirtió que este tipo de medidas podría abrir la puerta a situaciones de violencia extrema, como la trata de menores, prostitución infantil, reclutamiento por parte del crimen organizado y otros delitos que ponen en riesgo la vida y la integridad de los niños.
Padierna Luna citó datos alarmantes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, que reporta la detención de más de 600,000 menores no acompañados entre 2021 y 2024. La cifra sigue creciendo año con año, y en promedio, cerca de 100 niños y adolescentes llegan a la frontera norte de México cada semana, a menudo acompañados de coyotes. Además, el gobierno de Trump ha reconocido que más de 300,000 niños migrantes han sido extraviados, lo que aumenta la preocupación sobre su vulnerabilidad a ser explotados laboralmente o víctimas de tráfico sexual.
A pesar de que los niños migrantes tienen derecho a ser tratados de acuerdo con el principio del interés superior de la niñez, garantizado por la Convención sobre los Derechos del Niño, la situación sigue siendo crítica. En Estados Unidos, los menores detenidos suelen ser enviados a centros de detención, donde el proceso de transferencia a refugios o instituciones especializadas puede demorar debido a la saturación del sistema. Esto a menudo termina con adolescentes que, al cumplir la mayoría de edad, son transferidos a centros de detención para adultos, donde enfrentan condiciones de abuso, violencia y amenazas constantes.
Padierna Luna recordó que México, como signatario de la Convención sobre los Derechos del Niño, tiene el compromiso de velar por los derechos de los niños migrantes, sin importar su nacionalidad o estatus migratorio. En este sentido, la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes establece medidas de protección para los menores migrantes, y las autoridades mexicanas deben garantizar la seguridad y los derechos humanos de los menores, tal como lo ordena la legislación nacional.
La diputada también subrayó la necesidad de coordinar esfuerzos entre los gobiernos de México y Estados Unidos para proteger a los niños migrantes y evitar que sean víctimas de la violencia, el abuso y la explotación. Para Padierna Luna, la prioridad debe ser siempre la integridad y el bienestar de los menores, quienes buscan un futuro mejor lejos de situaciones de violencia, pobreza y desarraigo.
En resumen, la diputada hizo un llamado urgente a las autoridades mexicanas para que refuercen las políticas públicas de protección a los niños migrantes y colaboren con los organismos internacionales para garantizar que sus derechos sean