CDMX a 28 de agosto, 2024.- Con el regreso a clases en marcha, la Secretaría de Salud de la Ciudad de México (SEDESA) ha emitido un llamado urgente a los padres de familia para que identifiquen posibles problemas de visión en sus hijos. Detectar a tiempo estos problemas es crucial para prevenir un impacto negativo en el rendimiento académico, la socialización y la autoestima de los niños.
SEDESA destaca varios indicadores clave que podrían señalar problemas visuales en los niños. Los padres deben estar atentos si sus hijos presentan alguno de los siguientes síntomas:
- Se acercan mucho al cuaderno al escribir o a la televisión para ver.
- Sufren dolores de cabeza después de leer.
- Presentan lagrimeo constante o se frotan los ojos con frecuencia.
- Muestran enrojecimiento ocular.
- Tienen un bajo rendimiento escolar sin motivo aparente.
Estos síntomas podrían indicar afecciones como miopía, hipermetropía o astigmatismo. La miopía causa una visión borrosa de objetos lejanos, el astigmatismo se debe a una irregularidad en la córnea, y la hipermetropía genera una visión borrosa de objetos cercanos.
SEDESA recomienda que los padres lleven a sus hijos al oftalmólogo al menos una vez al año. Las revisiones regulares permiten detectar problemas de visión a tiempo y corregirlos con la prescripción adecuada de anteojos. Un diagnóstico temprano es esencial para mejorar la calidad de vida del niño y prevenir problemas de aprendizaje que pueden surgir debido a la mala visión.
“Un examen visual completo puede identificar anomalías y verificar si hay trastornos refractivos que requieren corrección óptica. Esto no solo mejora la visión, sino que también tiene un impacto positivo en el rendimiento escolar y la autoestima del niño”, señaló un portavoz de SEDESA.
La SEDESA también advierte sobre el uso prolongado de dispositivos electrónicos, ya que mirar de cerca por mucho tiempo puede estimular la aparición de miopía en algunos niños. La luz azul de los dispositivos, especialmente antes de dormir, puede inhibir el sueño y causar problemas a largo plazo.
Los expertos recomiendan limitar el tiempo de pantalla a no más de dos horas diarias y fomentar actividades al aire libre con exposición a la luz solar natural. Esto, combinado con una alimentación saludable, contribuye al desarrollo visual adecuado.
Una vez diagnosticado un problema de visión, es importante que los niños acepten usar anteojos. Para facilitar esta transición, se sugiere elegir armazones atractivos y cómodos y explicarles cómo la corrección óptica mejorará su visión y rendimiento escolar.
“Motivar a los niños a usar sus anteojos puede marcar una gran diferencia en su aceptación y en su actitud hacia el tratamiento”, agregó el portavoz de SEDESA.