El arquitecto chino Liu Jiakun ha sido galardonado con el Premio Pritzker de Arquitectura 2025, el máximo reconocimiento en el mundo de la arquitectura. Este premio, otorgado por la Fundación Hyatt desde 1979, reconoce a arquitectos vivos cuya obra demuestra una combinación de talento, visión y compromiso que ha producido contribuciones significativas a la humanidad y al entorno construido.

Nacido en 1956 en Chengdu, China, Liu Jiakun tuvo un camino poco convencional hacia la arquitectura. Pasó gran parte de su infancia en los pasillos del Hospital Popular Chengdu Second, donde su madre trabajaba como internista. A los 17 años, formó parte del programa chino «jóvenes educados», asignado a trabajos agrícolas en el campo. La vida le parecía indiferente hasta que fue aceptado en el Instituto de Arquitectura e Ingeniería de Chongqing en 1978.

Aunque se graduó con una licenciatura en Ingeniería en Arquitectura en 1982, estuvo a punto de abandonar su carrera hasta que asistió a una exposición en 1993 de un excompañero de universidad en el Museo de Arte de Shanghai, lo que reavivó su pasión por la profesión.

Liu Jiakun es conocido por su capacidad para entrelazar ideas contrarias, como utopía versus existencia cotidiana, historia contra modernidad, y colectivismo contra individualidad. Su enfoque no depende de un método recurrente, sino de evaluar las características específicas y requisitos de cada proyecto de manera diferente.

Entre sus obras más destacadas está West Village en Chengdu, un proyecto de cinco pisos que abarca una manzana entera, integrando caminos inclinados para ciclistas y peatones, y una ciudad llena de actividades culturales, atléticas, recreativas, oficinas y negocios.

La honestidad arquitectónica es otra característica de Liu Jiakun. Sus edificios presentan la honestidad de materiales en texturas y procesos, mostrando imperfecciones que perduran con el tiempo. Prefiere la artesanía tradicional y utiliza materiales locales brutos que sostienen la economía y el medio ambiente.

Tras el terremoto de Wenchuan de 2008, desarrolló los «Ladrillos de Renacimiento», reciclando escombros de las ruinas y fortaleciéndolos con fibra de trigo local y cemento para producir ladrillos fortificados.

A lo largo de sus obras, Liu Jiakun demuestra interés y respeto por la cultura, la historia y la naturaleza. En el Museo de Arte de Escultura en Piedra Luyeyuan, se inspiró en un jardín chino tradicional, equilibrando agua y piedras antiguas para reflejar el paisaje natural.

La carrera de Liu Jiakun abarca más de cuatro décadas, con más de 30 proyectos que van desde instituciones académicas y culturales hasta espacios cívicos, edificios comerciales y planificación urbana en toda China.