Por Juan Pablo Ojeda
La senadora Lilly Téllez ha levantado una tormenta de críticas hacia la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo tras el controversial beso en la mano que la mandataria otorgó a Manuel Velasco, legislador del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), durante su toma de protesta como titular del Poder Ejecutivo. El gesto ha sido interpretado por algunos como un signo de sumisión y ha desatado una ola de reproches en redes sociales.
En su cuenta de X, Téllez compartió una fotografía del momento en que Sheinbaum se inclina para besar la mano de Velasco, un acto que ha generado diversas interpretaciones sobre la dinámica de poder entre los políticos. “Es la primera crisis y en los primeros minutos del gobierno de Sheinbaum: la foto en la que está agachada ante Manuel Velasco”, escribió la senadora panista, insinuando que este gesto representa una debilidad política de la nueva administración.
Mexicanas:
Nunca se agachen ante nadie, no besen manos sucias, no hagan reverencia a los corruptos.
Vale más tener dignidad, que tener la banda presidencial.
El mérito verdadero es el respeto a sí mismas, no traicionen sus principios por poder y dinero.
No sigan el mal… https://t.co/CKOg3Nnrvi
— Lilly Téllez (@LillyTellez) October 2, 2024
La senadora no se detuvo ahí. Comparó el incidente con una fotografía del ex presidente Andrés Manuel López Obrador en la que aparece con la madre de Joaquín «El Chapo» Guzmán, sugiriendo que el gobierno de Sheinbaum está tratando de minimizar la situación. “Como control de daños hacen lo mismo que con la foto de AMLO y la madre del Chapo: dicen que la foto es falsa y luego que se agachó por ‘humildad’”, agregó Téllez, enfatizando que el momento no solo es real, sino que tiene implicaciones más profundas sobre la gestión política de la nueva presidenta.
La controversia se ha intensificado en plataformas como X, donde el debate sobre el significado del beso ha polarizado la opinión pública. Los seguidores de Téllez han utilizado el incidente para cuestionar la capacidad de Sheinbaum para liderar el país, mientras que algunos defensores de la presidenta argumentan que el gesto fue simplemente un acto de cortesía.
La dinámica entre Sheinbaum y Velasco también ha sido objeto de análisis, dado que ambos pertenecen a corrientes políticas que, aunque aliadas en ciertos aspectos, han tenido diferencias en el pasado. Este incidente podría ser el inicio de una serie de desafíos que la presidenta deberá enfrentar en su camino hacia la consolidación de su administración.
En resumen, el beso a Manuel Velasco no solo ha puesto de relieve las tensiones en el ámbito político mexicano, sino que también ha expuesto las vulnerabilidades de la nueva presidenta en un contexto donde cada gesto es minuciosamente scrutinizado. A medida que Claudia Sheinbaum inicia su mandato, será esencial observar cómo maneja esta y otras críticas que seguramente surgirán en el camino.