CDMX a 23 de enero, 2023.- Es “egoísta” pretender ampararse contra la nueva política antitabaco en México, que también busca proteger a más jóvenes y adolescentes para que no sean los nuevos adictos a un producto que, cada año, mata y genera un sufrimiento evitable a más de 43 mil mexicanos y mexicanas, opinó Mauricio Montes, representante en Chiapas de la Organización No Gubernamental “Códice”, que busca el cumplimiento de los espacios libres de humo de tabaco.
Sobre la nueva disposición, que entró en vigor el pasado 15 de enero, comentó que va contra un producto que no aporta ningún beneficio, en cambio, cada bocanada es una proximidad a formas de muerte dolorosas.
Fumar solo causa 16 mil casos de cáncer y 94 mil infartos y hospitalizaciones por enfermedad cardiaca en México cada año, según cifras del Instituto Nacional de Salud Pública.
Y pese a la evidencia científica en contra del tabaquismo, y como es que hay tipos de cánceres que la población no sufriría si evitara fumar o el humo del tabaco, la nueva ley generó polémica, ya que a través del Reglamento de la Ley General para el Control del Tabaco quedó prohibida la exhibición directa o indirecta de los productos elaborados con tabaco en los puntos de venta, y por supuesto fumar en cualquier lugar de concurrencia colectiva, en todos los niveles educativos, incluso en las playas.
Montes comentó que México llega tarde y lento a este tipo de acciones, pese a que firmó un acuerdo en 2005 con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cual ha venido cumpliendo a medias, y que tiene por objetivo proteger el derecho a la salud del 90 por ciento de la población.
“No es solo prohibir la publicidad, es aumentar el impuesto al producto, es vigilar que sí se cumpla la ley y que el 90 por ciento de la población que no fuma pueda ejercer su derecho a un aire limpio”.
Tampoco se trata de una prohibición para los fumadores, ya que la ley está protegiendo a quienes no tienen la adicción y no tienen por qué padecer los efectos del humo.
“El que haya más espacios sin humo ni productos de tabaco también ayuda a los fumadores, porque son muy pocos los que no quieren dejar la adicción, luchan contra ella y para ello necesitan de espacios que no promuevan el hábito”.
El que quiera seguir fumando y morir como consecuencia de su hábito podrá seguir haciéndolo, solo que ahora el espacio público deberá estar, en teoría, más protegido para aquellos que no fuman, como los menores de edad.
Sin embargo, la medida no gustó al sector restaurantero, por ejemplo, la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), informó que buscará ampararse, entre otros motivos, porque se atenta contra la libre elección del consumidor, y porque ya no permite la existencia de espacios exclusivos para esta práctica.
Anteriormente estos lugares debían contar con áreas de uso exclusivo para fumadores, pero ahora, por ejemplo, en las terrazas, tampoco está permitido que lo hagan, estrechando el radio de acción al humo del tabaco.
Desde una perspectiva del cuidado a la salud pública ¿Cómo se percibe esta posición de los restauranteros?
Montes lamentó que la lógica económica sea lo que mueva al sector restaurantero, demostrando que les importa poco la salud de los trabajadores y de los clientes.
“En Códice hemos trabajado con organizaciones de bares y los resultados arrojan que incluso los dueños se benefician; al no haber humo se reducen los gastos en mantenimiento del sistema de aire acondicionado, la reparación o reemplazo de mobiliario por quemaduras de colillas, incluso las peticiones de incapacidad por parte de los trabajadores, que se enferman menos al no tener que aspirar por horas el humo de los clientes”, aseguró.
Por su parte, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) ya adelantó que vigilará el cumplimiento del nuevo reglamento, incluso pidió a la población que reporte la falta de atención a esta medida al número telefónico 800 033 5050.
La nueva norma es, en opinión de Códice, organización que defiende el derecho a los espacios libres de humo de tabaco, una oportunidad para ayudar a los adictos a la nicotina y ver al tabaquismo como lo que es: una enfermedad que solo causa más de 49 mil muertes prematuras y 292 mil nuevos casos de enfermedades cuya principal causa es el humo de tabaco.
Esta medida, desde la óptica de la protección de la salud pública y no de los ingresos económicos, es también una oportunidad para los mismos fumadores, opinó el activista.
“Nos da la oportunidad de ver al tabaquismo como una enfermedad, y de ofrecer la atención a nivel fisiológico y psicoemocional para que los fumadores puedan superar su adicción, algo que les cuesta reconocer, pese a que sufren el mismo síndrome de abstinencia que alguien que quiere dejar de usar otra sustancia o droga”.
Además, agregó, tras la pandemia de Covid-19, quedó claro que la salud respiratoria es crucial, y que las lamentables muertes de chiapanecos y chiapanecas en poco más de un año, son las mismas que causa el tabaquismo en el estado cada año, muertes innecesarias, crueles y prematuras en la mayoría de los casos.