Por Bruno Cortés
La ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Lenia Batres Guadarrama, habló con claridad sobre el gran desafío que representa la elección de juezas, jueces, magistradas, magistrados y ministros, un proceso que será histórico en México, ya que nunca antes se había realizado algo similar. En su intervención, destacó que la magnitud de este reto se debe a varios factores, entre ellos la gran cantidad de personas que serán elegidas, la falta de antecedentes y la complejidad de organizarlo sin la ayuda total del Poder Judicial.
Este proceso de elección está siendo llevado a cabo por el Instituto Nacional Electoral (INE) y el Senado de la República, quienes, según Batres, han demostrado un compromiso serio y responsable para que se cumpla con lo que establece la Constitución. “Han sido muy responsables, se ha avanzado al ritmo que marca la Constitución y se ha venido resolviendo cada aspecto en cada uno de los momentos”, expresó la ministra, reconociendo los esfuerzos hechos a pesar de las dificultades inesperadas.
Lo que está en juego con esta reforma no es solo un cambio administrativo, sino una apertura histórica del Poder Judicial, una de las instituciones más cerradas y herméticas del país. Durante siglos, la falta de transparencia en el Poder Judicial impidió conocer lo que sucedía dentro de esta instancia. Batres destacó que, aunque en los últimos años ha habido algunos avances, la reforma actual es crucial para resolver los vicios de corrupción y nepotismo que aquejan al sistema.
Este proceso de apertura también tiene que ver con la selección de nuevos perfiles para los cargos en el Poder Judicial, perfiles que son completamente nuevos en la historia del país. Se trata de académicos, juristas, defensores de derechos humanos, litigantes y personas con experiencia en la administración pública, lo que traerá una diversidad de enfoques para enfrentar los retos de la justicia en México. “Lo que necesitamos es una multiplicidad de perfiles, porque el problema del nepotismo y la corrupción está relacionado con ese funcionamiento cerrado”, dijo Batres.
En cuanto a la corrupción y el influenciamiento dentro del sistema judicial, Batres señaló que este proceso abre una oportunidad única para erradicar estos problemas. “Si nunca se abre la puerta, no tendremos ni la oportunidad de acabar con este flagelo”, explicó, subrayando que ahora los jueces deberán rendir cuentas y actuar con mayor transparencia. Además, las sesiones del Poder Judicial serán públicas, lo que representará una presión para que los jueces actúen con honestidad, ya que serán sometidos al escrutinio público.
Batres también dejó claro que su encuentro con el Grupo Parlamentario de Morena no debe interpretarse como un acto anticipado de campaña, ya que no se convocó a votar ni se trató de un evento abierto al público. Explicó que solo se intercambiaron planteamientos y que, por su parte, espera que otros grupos parlamentarios también muestren apertura para discutir y resolver inquietudes sobre la reforma.