En una jugada política que ha resonado con desaprobación en los corredores del poder y las calles de Acapulco, seis legisladores federales de Guerrero, incluidos Rosario Merlín García y Pablo Amilcar Sandoval Ballesteros, quienes representan a los dos distritos federales del devastado puerto, han votado en contra de asignar recursos para la reconstrucción de Acapulco en el Presupuesto de la Federación de 2024.
La decisión, tomada en la penumbra de la noche del lunes, dejó a un lado las esperanzas de miles de acapulqueños que aún luchan por reponerse de los estragos no solo de la naturaleza, sino de la negligencia gubernamental. Mientras la mayoría de la 4T aseguró el paso del dictamen del Presupuesto de Egresos con 262 votos a favor, las voces de oposición y las de los damnificados quedaron ahogadas entre promesas de revisiones presupuestarias y ajustes autónomos que desatienden las necesidades inmediatas del puerto turístico.
El ajuste presupuestal a ramos autónomos, que suma más de 13 mil millones de pesos, se redirige a becas educativas en lugar de atender la crisis en Acapulco, revelando un desbalance en las prioridades de Morena y sus aliados. En el fervor de las discusiones, se escucharon propuestas como la del diputado Carol Antonio Altamirano, quien sugirió reasignar 9 mil millones de pesos del Fobaproa para Guerrero, y la del líder del PRI, Rubén Moreira, quien desafió a la mayoría morenista a redirigir fondos de ese mismo fondo para el rescate del puerto.
Entre acusaciones cruzadas y debates acalorados, quedó claro que los legisladores de MORENA, específicamente aquellos que deberían velar por Acapulco, han decidido voltear la mirada, dejando a un lado sus responsabilidades como representantes de uno de los destinos turísticos más icónicos y actualmente afligidos de México.