CDMX a 20 de septiembre, 2024.- La diputada Laura Ballesteros Mancilla, del Movimiento Ciudadano (MC), alzó la voz en contra de la reforma constitucional que busca militarizar la Guardia Nacional, advirtiendo sobre los riesgos que esta medida representa para la democracia y los derechos humanos en México. En una rueda de prensa, acompañada por organizaciones civiles como Intersecta, Data Cívica y México Unido Contra la Delincuencia (MUCD), así como estudiantes universitarios, Ballesteros argumentó que la seguridad pública debe permanecer en manos de instituciones civiles, y no bajo control militar.
Ballesteros, también secretaria de la Mesa Directiva, subrayó la importancia de mantener la división entre el poder civil y el militar, como lo han hecho las constituciones anteriores y la actual. «No podemos ceder la capacidad civil del Estado mexicano», afirmó, añadiendo que el objetivo de la reforma es claramente militarizar la seguridad pública del país sin mecanismos de rendición de cuentas a la autoridad civil.
La diputada de MC también recordó que la estrategia de militarización comenzó con el expresidente Felipe Calderón, se mantuvo bajo Enrique Peña Nieto y ha continuado con Andrés Manuel López Obrador, una estrategia que ella calificó como fallida. «Desde Movimiento Ciudadano abogamos por la paz, no por una guerra abierta contra el crimen organizado», señaló.
Por su parte, Mónica Meltis Vejar, directora ejecutiva de Data Cívica, expresó su preocupación por los peligros que la reforma podría generar a nivel constitucional y su impacto en los derechos humanos. Hizo un llamado a la LXVI legislatura para que detenga esta reforma y promueva un debate serio y plural, que considere alternativas que fortalezcan la seguridad sin comprometer la democracia.
Jonathan De Vicente Encarnación, representante de MUCD, destacó que la reforma al artículo 129 de la Constitución, que busca modificar, es clave para proteger la democracia, ya que limita la participación de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad. Según él, esta reforma es un riesgo que no debería aprobarse sin una evaluación exhaustiva.
Estudiantes del movimiento Generación del 24 también se sumaron a la defensa de los valores democráticos, advirtiendo que la reforma compromete el futuro democrático del país. Insistieron en que la seguridad debe estar bajo control civil, con mecanismos de rendición de cuentas claros.
La discusión sobre esta reforma es trascendental, y diversos sectores de la sociedad civil han levantado la voz para exigir que la seguridad pública se maneje desde una perspectiva civil, democrática y con respeto a los derechos humanos.