En el marco del Día Mundial de la Alimentación, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha llamado la atención sobre la necesidad de una mayor diversidad de alimentos nutritivos para toda la humanidad. Este mensaje cobra relevancia ante un estudio reciente publicado en la revista Foods, que advierte sobre la disminución de la calidad nutricional de varias frutas consideradas “comerciales de alto rendimiento”.
Investigadores de la India han analizado cómo frutas populares como las manzanas, naranjas, mangos, guayabas, plátanos y fresas han perdido, en los últimos 50 a 70 años, una significativa cantidad de densidad nutricional. La investigación destaca que más de 2.000 millones de personas a nivel global sufren de insuficiencia de micronutrientes, entre los cuales se encuentran el yodo, hierro, folato, vitamina A y zinc.
La disminución de la calidad nutricional de estas frutas se ha atribuido a diversos factores, entre ellos las prácticas agrícolas intensivas que han predominado desde la década de 1940. Estas prácticas incluyen el uso de fertilizantes artificiales, plaguicidas y el cultivo de variedades de alto rendimiento. Si bien estas técnicas han permitido un aumento en el rendimiento de los cultivos y la disponibilidad de alimentos, también han comprometido la salud del suelo y, por ende, la calidad de los productos cultivados.
La FAO también destaca que aproximadamente 2.800 millones de personas en el mundo no tienen acceso a una dieta saludable. Ante esta situación, la organización enfatiza la importancia de promover la diversidad alimentaria, lo que podría ayudar a mejorar la nutrición global y la salud de la población.
Es esencial reflexionar sobre los métodos de producción y el impacto del cambio climático en la calidad de los alimentos que consumimos. Al abordar estas preocupaciones, podríamos avanzar hacia un futuro donde la disponibilidad de frutas y otros alimentos nutritivos sea más equilibrada y accesible para todos.