El labio leporino es una anomalía congénita que afecta a muchos recién nacidos en todo el mundo. Esta condición se caracteriza por una abertura o hendidura en el labio superior del bebé, que resulta de una falta de desarrollo adecuado durante las primeras etapas del embarazo. Aquí te explicamos más sobre el labio leporino, sus causas y su tratamiento.
¿Qué es el labio leporino?
Los bebés que nacen con labio leporino presentan una estrecha abertura o fisura en el labio superior. Esta condición puede variar en gravedad, desde pequeñas muescas en el labio hasta fisuras que se extienden desde el labio hasta los orificios nasales, pasando por las encías superiores. A veces, los bebés pueden nacer solo con labio leporino, solo con paladar hendido o con ambas condiciones a la vez (fisura labio-palatina).
Causas del labio leporino
El labio leporino se desarrolla durante las primeras semanas de gestación cuando los tejidos del labio superior, la mandíbula superior y la nariz del feto no se fusionan adecuadamente. Aunque no siempre se conoce la causa exacta, los médicos creen que puede estar relacionada con factores genéticos hereditarios y factores ambientales, como la exposición a ciertas sustancias químicas durante el embarazo o el consumo de tabaco, drogas o alcohol.
Diagnóstico y tratamiento
El labio leporino generalmente se detecta al nacer, aunque a veces puede identificarse en ecografías prenatales. Esta condición puede causar dificultades para alimentarse y, a medida que el niño crece, puede llevar a problemas dentales, de habla y emocionales.
El tratamiento principal para el labio leporino es la cirugía, que suele realizarse cuando el bebé tiene alrededor de 3 meses de edad. La queiloplastia es la operación utilizada para cerrar la fisura, crear una forma más normal del labio superior y la nariz, y mejorar la función. En casos más complejos, pueden requerirse procedimientos adicionales antes de la reparación del labio leporino.
Es importante abordar el labio leporino temprano en la vida del niño, ya que la cirugía puede ayudar a evitar problemas futuros y mejorar la calidad de vida del paciente. Aunque la operación dejará una pequeña cicatriz debajo de la nariz, los resultados suelen ser satisfactorios en términos de función y apariencia. El apoyo médico y emocional es fundamental para los niños y sus familias que enfrentan esta condición