El discurso de Jenni Hermoso en la ceremonia de investidura de los 18 nuevos miembros del Salón de la Fama del Fútbol de Pachuca en México refleja su profundo compromiso con el fútbol femenino y su deseo de hacer oír su voz en asuntos importantes. A pesar de no mencionar directamente el ‘Caso Rubiales’, es evidente que se refiere a las luchas y desafíos que ella y su equipo enfrentaron tanto dentro como fuera del campo en su búsqueda por la igualdad y el reconocimiento en el fútbol.
Jenni Hermoso destaca la importancia de su victoria en la Copa del Mundo y cómo esta no solo representó un logro deportivo, sino un logro humano y trascendental. Hace hincapié en que el objetivo no era solo levantar un trofeo, sino ser escuchadas, respetadas y valoradas en un mundo del fútbol que históricamente ha subestimado el fútbol femenino.
Ella reconoce que su selección nacional cambió la percepción del fútbol femenino para muchas personas y se dirige a las niñas que se inspiraron en su equipo, prometiéndoles un futuro mejor y más inclusivo en el deporte.
El discurso de Jenni Hermoso es un llamado a la acción y a la responsabilidad compartida de todos los involucrados en el fútbol, instando a una sociedad y un deporte más inclusivo que proteja a todos los involucrados. Concluye su discurso presentándose como una jugadora de fútbol y como la niña que logró ser campeona del mundo, reafirmando su identidad y su compromiso con el deporte y la igualdad.