La ola de violencia provocada por la delincuencia organizada en México es más fuerte que nunca. En medio de un panorama desolador, donde el número de homicidios y desapariciones provocadas por la violencia alcanza niveles récord en este sexenio, la nación se pregunta cuándo se terminará el caos.
Los cárteles de narcotráfico han encontrado en México un ambiente propicio para su desarrollo y expansión. La política de los “abrazos, no balazos» de la administración actual parece haber beneficiado a estos grupos criminales, quienes hoy cuentan con ejércitos en distintas regiones del país, confirmado incluso por autoridades estadounidenses.
El dirigente nacional del PAN, Marko Cortés Mendoza, criticó enérgicamente esta situación y llamó al presidente López Obrador a abandonar sus ataques hacia aquellos con perspectivas diferentes y a enfocar sus esfuerzos en recuperar los territorios que ahora están bajo el dominio de los criminales.
Cortés Mendoza señaló que la delincuencia organizada es la principal amenaza para México y, por tanto, la cooperación internacional es indispensable para combatirla. “El narcotráfico es un problema internacional que requiere soluciones globales, pero el gobierno de México prefiere cruzarse de brazos y defender a las dictaduras de Cuba, Nicaragua y Venezuela», argumentó.
El dirigente nacional del PAN también reveló cifras alarmantes: nunca antes en la historia de México ha habido tantos homicidios dolosos como en el gobierno de López Obrador, con más de 161 mil muertes violentas y cerca de 110 mil desaparecidos reconocidos oficialmente.
La administración de López Obrador es criticada por su aparente indiferencia mientras los cárteles aumentan su territorio, desplazan a miles de civiles y dictan precios. Cortés Mendoza concluyó: “Por eso le exigimos a López Obrador que se concentre en combatir al crimen y controle la creciente violencia que habrá de heredar al próximo gobierno que encabezaremos”.