La pandemia de COVID-19 ha dejado un impacto devastador en el ámbito educativo en todo el mundo, y América Latina no ha sido la excepción. Para la región, el impacto en la educación ha sido especialmente duro, y se teme que haya causado un retroceso de hasta 20 años en el acceso a la educación de calidad.
América Latina ya enfrentaba desafíos educativos antes de la pandemia, con brechas de desigualdad educativa persistentes. Sin embargo, la crisis de la COVID-19 ha exacerbado estas desigualdades. Los países con sistemas educativos sólidos y recursos disponibles han enfrentado dificultades, pero el impacto ha sido aún más devastador en aquellos con sistemas educativos menos robustos y poblaciones en situación de vulnerabilidad.
Se estima que en países de ingreso medio y bajo, la proporción de niños que no pueden leer y entender un texto simple al final de la primaria podría aumentar del 51% al 62% como resultado de la pandemia. Además, la proporción de jóvenes en el primer ciclo de secundaria que no alcanzan el nivel mínimo de rendimiento según las pruebas internacionales PISA podría aumentar del 55% al 71%, según datos del Banco Mundial.
La falta de acceso a la educación virtual y la brecha digital se han convertido en obstáculos significativos para el aprendizaje en línea. La encuesta realizada por UNICEF, UNESCO y el Banco Mundial muestra que muchos países de bajos ingresos carecen de planes para medir el aprendizaje de los alumnos, desconocen cuántos estudiantes han regresado a la escuela tras la pandemia y han tenido que implementar planes de estudios abreviados o priorizados. Solo el 40% está implementando estrategias de recuperación del aprendizaje a nivel nacional.
Además del impacto inmediato en la educación, se prevé que las consecuencias económicas a largo plazo sean significativas. Se estima que la generación actual de estudiantes podría perder una cantidad equivalente a 17,000 millones de dólares en ingresos a lo largo de su vida, lo que representa el 14% del PIB mundial actual, debido al cierre de escuelas durante la pandemia (según datos del Banco Mundial, UNESCO y UNICEF).
En resumen, la pandemia ha tenido un efecto devastador en la educación en América Latina, con graves consecuencias para el futuro de la región. La necesidad de abordar estas brechas educativas y garantizar un acceso equitativo a la educación de calidad se ha vuelto más apremiante que nunca.