Por Juan Pablo Ojeda
La reciente aprobación de la polémica reforma al Poder Judicial marca un punto de inflexión crucial para el inicio de la presidencia de Claudia Sheinbaum, que asumirá el cargo el próximo 1 de octubre. La reforma, que busca instaurar elecciones populares para jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte de Justicia a partir de 2025, ha desencadenado una serie de incertidumbres jurídicas y económicas que definirán el panorama para el nuevo gobierno.
El actual presidente, Andrés Manuel López Obrador, ha anunciado que el domingo se promulgará oficialmente la reforma. Esto significa que Sheinbaum deberá enfrentar el desafío de garantizar las primeras elecciones judiciales de la historia del país. Sin embargo, aún queda un largo camino por recorrer, ya que falta definir las leyes secundarias que establecerán las reglas de este inédito proceso electoral, lo que ha generado inquietud en diversos sectores.
Incertidumbre Jurídica y Económica
Mariano Calderón, experto en derecho constitucional de la firma Santamarina y Steta, advirtió a EFE que “todavía hay mucha incertidumbre” en torno a la reforma. La complejidad del proceso de selección de candidatos y la organización de las elecciones extraordinarias para junio de 2025 recae sobre el Instituto Nacional Electoral (INE), que enfrenta numerosas dudas sobre presupuesto, campañas, fiscalización y diseño de la boleta, según Guadalupe Taddei, presidenta del INE.
Calderón también criticó la reforma por considerar que “están delineadas las reglas y los parámetros generales de una forma muy burda”, y opinó que representa “un retroceso a la certidumbre jurídica”. La reforma, al vincular al Poder Judicial con procesos políticos, podría afectar la independencia de la justicia en México, argumentó Calderón.
Impacto en la Economía
La reforma también ha generado preocupación en el ámbito económico. Moody’s y otros entes financieros internacionales han alertado que la iniciativa podría deteriorar la independencia del Poder Judicial y, por ende, socavar la fortaleza económica y fiscal del país. A pesar de las declaraciones de López Obrador, quien destacó un récord de inversión extranjera directa de más de 30 mil millones de dólares en el primer semestre del año, Sofía Ramírez, directora de México, ¿Cómo Vamos?, advirtió que las inversiones anunciadas por empresas internacionales podrían demorarse debido a la incertidumbre jurídica generada por la reforma.
El impacto económico podría ser significativo, con un posible efecto de hasta 1.9 por ciento en el Producto Interno Bruto (PIB), según un informe del Banco Base. La reforma también incluye la eliminación de reguladores autónomos en áreas clave como energía, telecomunicaciones y competencia económica, lo que podría afectar negativamente la economía desde los primeros meses de la administración de Sheinbaum.
Desafíos en la Relación con Estados Unidos
Otro desafío importante para Sheinbaum será la relación con Estados Unidos, especialmente en el contexto del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). William Jensen, del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (Comexi), indicó que la futura presidenta deberá revisar el T-MEC en 2026, en un momento en que hay un sentimiento proteccionista en Estados Unidos. La Casa Blanca podría presionar para que México garantice certeza jurídica para la inversión estadounidense.
A pesar de las tensiones, Sheinbaum ha intentado tranquilizar a los inversionistas. Se reunió con directivos del banco HSBC y, junto con su próximo secretario de Economía, Marcelo Ebrard, aseguró que México seguirá siendo “amigable” con la inversión extranjera. Sin embargo, Ramírez señaló que, a pesar de estos esfuerzos, el apoyo público de Sheinbaum a los legisladores que aprobaron la reforma podría no ser suficiente para mitigar las preocupaciones.
En resumen, el inicio de la presidencia de Claudia Sheinbaum se perfila como un período de grandes desafíos, tanto en el ámbito jurídico como económico, y su capacidad para manejar estas incertidumbres será crucial para el éxito de su administración.