CDMX a 28 de agosto, 2024.- Diputados del PRI acusan que la reforma al Poder Judicial promovida por Morena busca eliminar la autonomía e independencia del sistema judicial, lo que podría desencadenar una crisis institucional en México.
En medio del intenso debate en la Comisión de Puntos Constitucionales, diputadas y diputados del Grupo Parlamentario del PRI manifestaron su rechazo rotundo a la reforma al Poder Judicial impulsada por Morena y sus aliados. Según los legisladores del PRI, esta iniciativa representa una «venganza» contra el sistema judicial, con el objetivo de eliminar su autonomía e independencia, poniendo en riesgo la estabilidad institucional del país.
La diputada Carolina Viggiano Austria, una de las voces más destacadas en el debate, argumentó que la reforma propuesta por Morena debería ser una oportunidad para fortalecer y mejorar el Poder Judicial en lugar de desmantelarlo. «El Poder Judicial Federal es perfectible, sí, nadie ha dicho que esté perfecto y que esté bien. Sin embargo, los poderes judiciales locales están enfrentando problemas serios, como la falta de presupuesto y el aumento de responsabilidades, que no están siendo considerados en esta discusión», enfatizó Viggiano.
Viggiano también hizo un llamado a sus colegas para que el debate futuro sobre esta reforma se centre en los problemas reales que enfrenta el sistema de justicia en los estados, como la falta de defensores públicos, jueces y magistrados suficientes, así como la necesidad de mejorar la calidad de las investigaciones y los procedimientos judiciales.
El diputado Marco Antonio Mendoza calificó la reforma como una «vendetta» en contra del Poder Judicial, motivada por decisiones judiciales que han desafiado políticas impulsadas por el gobierno de Morena. Mendoza citó ejemplos como las órdenes judiciales para vacunar a menores de edad durante la pandemia de COVID-19, la suspensión del tramo 5 Sur del Tren Maya, el traspaso de Afores al fondo de pensiones y la reforma eléctrica.
“La reforma es un intento por acabar con una tradición jurídica de años que respeta los derechos humanos. En lugar de mejorar el sistema de justicia, estos cambios son regresivos y politizan el proceso judicial”, argumentó Mendoza.
La diputada Cynthia López Castro advirtió sobre las graves consecuencias políticas y económicas de desmantelar el Poder Judicial, señalando que esto podría llevar a un sistema donde las decisiones judiciales estén controladas por intereses políticos. «Desmantelar el Poder Judicial tiene el riesgo de dejar en manos de un cacicazgo a quienes van a estar tomando decisiones, poniendo en riesgo la independencia judicial», lamentó López Castro.
El diputado Eduardo Zarzosa fue aún más contundente en sus críticas, afirmando que la reforma busca eliminar el Consejo de la Judicatura y reemplazarlo con un «Tribunal de Disciplina Judicial», al que calificó como una «Santa Inquisición». «Hoy México entra al infierno del autoritarismo, de la autocracia, del populismo y de la tiranía. Se acabará la división de poderes, la transparencia y la democracia como la conocíamos», sentenció Zarzosa.
Al concluir el debate, la diputada Laura Haro Ramírez expresó que aún queda una ligera esperanza de que esta reforma no sea aprobada, ya que México es firmante de diversos tratados internacionales que garantizan la independencia judicial y el respeto a los derechos humanos. «Esta no es una reforma que busque la austeridad o mejorar la justicia; es una venganza porque el Poder Judicial ha puesto límites a otros poderes», concluyó Haro.