La reconstrucción de Ucrania tras la invasión rusa se ha convertido en un desafío monumental, con un coste estimado de 524,000 millones de dólares, casi el triple de su producción económica prevista para 2024. Este aumento en las necesidades de recuperación ha sido impulsado por los continuos ataques rusos, que han causado un daño significativo a la infraestructura del país.

Un nuevo estudio del Banco Mundial, Naciones Unidas, la Comisión Europea y el gobierno ucraniano revela que los daños directos a edificios y otras infraestructuras han aumentado a 176,000 millones de dólares, frente a los 152,000 millones registrados en febrero de 2024. Los sectores más afectados incluyen la vivienda, el transporte, la energía, el comercio y la educación. Alrededor del 13% del parque total de viviendas de Ucrania ha resultado dañado o destruido, afectando a más de 2.5 millones de hogares.

El gobierno ucraniano ha asignado 7,370 millones de dólares para hacer frente a las necesidades prioritarias para 2025, con el apoyo de los donantes, pero aún tiene un déficit de financiación de casi 10,000 millones de dólares. La comunidad internacional ha sido instada a ayudar a crear más oportunidades para que los ucranianos reconstruyan sus vidas con dignidad.

El sector privado ha desempeñado un papel clave en el proceso de recuperación y reconstrucción, invirtiendo en reparaciones y resiliencia. Muchas empresas han comenzado a invertir en la recuperación de infraestructuras críticas, destacando su importancia en el esfuerzo de reconstrucción.

El coordinador humanitario de la ONU en Ucrania, Matthias Schmale, destacó que «el verdadero costo de la guerra se mide en vidas humanas y medios de vida». Por su parte, Antonella Bassani, vicepresidenta del Banco Mundial para Europa y Asia Central, señaló que la evaluación muestra los progresos realizados por Ucrania en materia de recuperación física y económica, reformas y necesidades de reconstrucción.