Por Bruno Cortés
La diputada Mayra Espino Suárez, del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), ha presentado una propuesta en el Congreso que busca modificar varias leyes clave, con el fin de regular el uso de la pirotecnia en México y, sobre todo, ponerle un freno a los riesgos que conlleva su uso desmedido, tanto para las personas como para los animales. La iniciativa, que busca cambiar las leyes de Armas de Fuego y Explosivos y de Protección Civil, tiene el objetivo claro de reducir los daños provocados por los fuegos artificiales y cohetes, a la vez que preserva una de las tradiciones más arraigadas en diversas regiones del país.
La propuesta plantea, en primer lugar, que la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) solo autorice el permiso para fabricar, almacenar y distribuir pirotecnia que no produzca explosiones ni ruidos estruendosos. Esto limita el uso de productos más peligrosos, que son los responsables de los trágicos accidentes que ocurren, sobre todo en fiestas y celebraciones. Lo que se busca es regular los productos que no generen este tipo de explosión, con materiales como la pólvora blanca o piroxilada, que son menos destructivos.
Para que esto sea posible, la iniciativa también propone que cualquier persona o empresa que quiera fabricar o vender estos productos debe tener un proyecto autorizado por Protección Civil, especificando detalles como la ubicación de los talleres y la capacidad de producción. Esto pretende garantizar que la fabricación de pirotecnia se realice bajo condiciones seguras y con la supervisión adecuada para evitar accidentes.
Pero no solo las personas salen afectadas. Los animales también son víctimas de la pirotecnia. El ruido y los estallidos causan un gran sufrimiento a muchos perros y gatos, que pueden sufrir desde estrés hasta ataques de pánico. En casos extremos, el miedo generado por estos ruidos puede incluso llevarlos a la muerte. Los daños a los animales son otro punto que se toma en cuenta en esta iniciativa, que subraya la importancia de proteger a nuestras mascotas de este tipo de situaciones.
Otro dato que no se puede pasar por alto es el impacto que tiene la pirotecnia en la salud de los niños, sobre todo en aquellos más pequeños. Las estadísticas revelan que los menores entre tres y cinco años son los más afectados por quemaduras, lesiones o incluso daños permanentes por explosiones. Esto ocurre, en gran parte, porque los niños no tienen la capacidad para manejar de manera segura los artefactos pirotécnicos, y muchos de los accidentes suceden cuando no están bajo la supervisión de un adulto.
La pirotecnia es una actividad que genera empleo, especialmente en lugares como Tultepec, en el Estado de México, donde más del 60% de la población depende directamente de la fabricación de estos productos. La tradición de los fuegos artificiales en esta región data de más de 200 años, y aunque es una importante fuente económica, no se puede pasar por alto el riesgo que implica su uso descontrolado. De acuerdo con la diputada Espino, las cifras muestran que, a pesar de la importancia de la industria, los accidentes no dejan de ocurrir, lo que pone en evidencia la necesidad de una regulación más estricta.
Esta nueva iniciativa no busca eliminar la tradición, sino hacerla más segura, tanto para las personas como para los animales, y mitigar los efectos negativos que los estallidos de pirotecnia generan. Si bien la propuesta está siendo analizada por las comisiones de Protección Civil y Defensa Nacional del Congreso, se espera que, de ser aprobada, esta reforma logre un equilibrio entre la cultura pirotécnica y el bienestar de la sociedad.
En resumen, la propuesta de la diputada Mayra Espino Suárez es un paso hacia una regulación más responsable de los productos pirotécnicos, buscando reducir el riesgo de accidentes, proteger la salud de los más vulnerables, como los niños, y mitigar el sufrimiento de los animales de compañía. Una vez más, la legislación mexicana se enfrenta al reto de encontrar ese punto medio entre el avance y la tradición, algo fundamental para la seguridad y el bienestar de todos los ciudadanos.