La paradoja reproductiva: por qué el 43% de la población mundial no tuvo los hijos que deseaba

En un mundo que superó los 8 mil millones de habitantes, una revelación sorprende: el 43% de las personas mayores de 50 años no logró tener la cantidad de hijos que hubieran querido. Esta es una de las conclusiones del informe «La verdadera crisis de fecundidad: Alcanzar la libertad reproductiva en un mundo de cambios», presentado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), que analiza por primera vez a escala global la brecha entre los deseos reproductivos y la realidad.

La investigación, que encuestó a más de 14,000 personas en 14 países —representando el 37% de la población mundial—, muestra una paradoja demográfica. Mientras muchos gobiernos se preocupan por el envejecimiento poblacional, millones de personas enfrentan obstáculos insalvables para formar las familias que imaginaron. Entre los adultos en edad fértil (menores de 50 años), el 18% ya anticipa que no alcanzará su meta reproductiva, siendo dos hijos el número más deseado.

Las barreras económicas: el mayor obstáculo

Al profundizar en las causas, el estudio revela que el 39% de quienes no lograron sus aspiraciones familiares señalan a las restricciones económicas como principal limitante. Le siguen el desempleo o precariedad laboral (21%) y los problemas para acceder a vivienda digna (19%). «No se trata solo de poder alimentar a un hijo, sino de ofrecerle seguridad y oportunidades en contextos donde los salarios no alcanzan y los trabajos son inestables», explica Luis Mora, representante de UNFPA en Colombia.

Pero la economía no es el único factor. Un 24% menciona problemas de salud —incluyendo infertilidad y acceso limitado a tratamientos—, mientras que el 19% admite que temores globales como el cambio climático, guerras o pandemias influyen en su decisión. «Hay una ansiedad generacional: criar niños en un mundo percibido como incierto», añade Mora.

Desigualdades de género y autonomía reproductiva

El informe destaca que el 70% de las mujeres ha enfrentado limitaciones en sus derechos reproductivos, frente al 59% de los hombres. Un dato alarmante: el 33% de las encuestadas reconoció no haber podido negarse a relaciones sexuales con su pareja. Además, el 14% de los participantes —especialmente mujeres— mencionó la falta de una pareja comprometida con la crianza equitativa como razón para posponer la maternidad o paternidad.

Esta falta de autonomía se refleja en otra estadística: una de cada tres personas experimentó al menos un embarazo no intencional, mientras que el 13% combinó esa situación con etapas en las que, paradójicamente, no pudo concebir cuando lo deseaba.

Los padres siempre quieren lo mejor para sus hijos - Enfoque a la Familia

Frente a estos hallazgos, el UNFPA urge a repensar las políticas demográficas. «No basta con incentivos económicos aislados; se necesitan sistemas de salud reproductiva universales, estabilidad laboral para jóvenes y viviendas accesibles», señala Mora. También subraya la importancia de políticas de cuidados que alivien la carga desigual sobre las mujeres y migratorias que integren a poblaciones en edad productiva.

El informe desafía narrativas simplistas sobre «crisis de natalidad», poniendo el foco en un problema más profundo: la libertad real para decidir si tener hijos, cuántos y cuándo. Como concluye Mora: «La verdadera crisis no es que nazcan pocos niños, sino que millones de personas no puedan cumplir sus sueños familiares en un mundo que, paradójicamente, nunca tuvo tantos recursos».

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