La osteoporosis, una enfermedad que afecta la densidad y resistencia de los huesos, se encuentra en un alarmante aumento a nivel global, según la jefa del Servicio de Rehabilitación en Osteoporosis del Instituto Nacional de Rehabilitación «Dr. Luis Guillermo Ibarra Ibarra,» Karen Daniela Arguijo Muñiz. Se estima que 500 millones de personas en todo el mundo sufren esta enfermedad, y muchas de ellas desconocen su condición.
La especialista destacó que en etapas avanzadas de la osteoporosis, los huesos pueden fracturarse con acciones tan simples como levantar un objeto o cambiar de posición en una silla, lo que significa que son extremadamente susceptibles a fracturas por impactos de baja energía.
En México, esta afección afecta a una de cada tres mujeres y uno de cada cinco hombres mayores de 50 años. Por lo tanto, la prevención y el tratamiento son esenciales para abordar este problema de salud.
La osteoporosis puede depender de factores modificables e inmodificables. Entre los factores inmodificables se encuentran el género (mayor prevalencia en mujeres), la edad avanzada, la herencia genética, el biotipo caucásico y un índice de masa corporal bajo. Además, las personas con comorbilidades como artritis reumatoide, lupus, diabetes mellitus de larga evolución, menopausia en el caso de las mujeres, y la consiguiente deficiencia estrogénica también tienen un mayor riesgo de desarrollar osteoporosis.
Entre los factores modificables, se incluyen hábitos dietéticos inadecuados, el sedentarismo, el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol y café.
El diagnóstico de la osteoporosis o de su fase previa, conocida como osteopenia, se realiza mediante la densitometría ósea, un estudio no invasivo que evalúa la calidad ósea.
El tratamiento de la osteoporosis debe ser integral e incluir la modificación de hábitos relacionados con la dieta, el ejercicio, la exposición al sol y la administración de fármacos y suplementos alimenticios. Los especialistas coinciden en la importancia de una dieta rica en calcio, vitamina D y proteínas, así como la práctica regular de ejercicio físico para mejorar la postura y fortalecer la musculatura. La exposición moderada al sol es esencial para la síntesis de vitamina D, que juega un papel fundamental en la salud ósea.
El tratamiento de la osteoporosis puede involucrar medicamentos que afectan el metabolismo óseo, así como suplementos alimenticios ricos en calcio y vitamina D.
El jefe del Servicio de Endocrinología del Hospital General de México «Dr. Eduardo Liceaga,» Juan Antonio Peralta Calcáneo, subraya la importancia de un estilo de vida saludable que incluye una nutrición adecuada, actividad física, y la eliminación del tabaco y el alcohol para prevenir la pérdida ósea acelerada.