La OMS alerta sobre el riesgo de brotes de cólera en Myanmar tras el terremoto de magnitud 7.7

Por Juan Pablo Ojeda

 

Myanmar enfrenta una grave crisis de salud pública tras el devastador terremoto de magnitud 7.7 ocurrido el pasado 28 de marzo. Elene Vuolo, jefa adjunta de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el país, ha alertado sobre el alto riesgo de brotes de cólera, una enfermedad bacteriana que podría propagarse rápidamente debido a los daños en el sistema de saneamiento y la escasez de agua potable en la región afectada.

Vuolo destacó que las altas temperaturas que se esperan con la llegada del «verano» en abril, con picos de hasta 40 y 42 grados Celsius y la baja cantidad de lluvias, podrían empeorar aún más la situación, ya que la falta de agua potable es uno de los factores clave en la propagación del cólera. «En este país hay un riesgo muy alto de cólera», advirtió la experta a EFE.

El cólera, que se transmite a través de agua y alimentos contaminados, genera diarreas acuosas y deshidratación severa. El sistema de saneamiento del país, ya de por sí deficiente antes del desastre, ha quedado gravemente afectado por el terremoto y sus réplicas, lo que aumenta la vulnerabilidad de la población a esta y otras enfermedades transmitidas por el agua.

El impacto del terremoto y la escasez de ayuda

El terremoto y sus réplicas, con magnitudes de hasta 6.4, causaron estragos en el centro-norte de Myanmar, dejando más de 3,000 muertos y alrededor de 9,000 personas desplazadas. Los daños no se limitan a la infraestructura, sino que también han afectado gravemente los servicios sanitarios del país. De hecho, la OMS informó que al menos tres hospitales han sido completamente destruidos y 22 más están gravemente dañados, lo que complica aún más la respuesta sanitaria en la región.

Vuolo, quien vive en Naipyidó, la capital política de Myanmar, señaló que muchos edificios de reciente construcción, incluidos los de la capital, han colapsado a causa del sismo. La jefa adjunta de la OMS también expresó su preocupación por el éxodo de birmanos de las ciudades hacia las zonas rurales, donde la falta de servicios sanitarios y la infraestructura básica agravan aún más la situación.

La respuesta de la OMS y la necesidad urgente de ayuda internacional

A pesar de los esfuerzos de la OMS, que ha enviado suministros médicos y medicamentos de emergencia, Vuolo subrayó que la cantidad de ayuda es insuficiente para cubrir las necesidades de las millones de personas afectadas. «Es una gota en el océano», afirmó la experta, haciendo un llamado a la comunidad internacional para que proporcione más apoyo a Myanmar, que necesita urgentemente recursos para hacer frente a la crisis sanitaria y humanitaria.

El informe inicial de la OMS tras el terremoto estima que unos 7.3 millones de personas han sido afectadas por el desastre, lo que aumenta la urgencia de una respuesta eficaz. Además, la organización ha solicitado una ayuda internacional de 8 millones de dólares para abordar las necesidades más inmediatas de la población y prevenir la propagación de enfermedades como el cólera.

Conclusión: la emergencia continúa

El terremoto de magnitud 7.7 que golpeó Myanmar ha dejado huellas profundas en la nación, tanto en términos de víctimas fatales como de infraestructura destruida. A medida que los esfuerzos de rescate avanzan lentamente y la magnitud del desastre se hace más evidente, la OMS y otras organizaciones internacionales enfrentan el desafío de brindar asistencia a una población que lucha por sobrevivir. La situación sigue siendo crítica, y el riesgo de brotes de cólera se mantiene elevado, lo que requiere una intervención inmediata para evitar una catástrofe sanitaria aún mayor.

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