El rover Perseverance de la NASA ha hallado una “intrigante” roca en la superficie de Marte que, según estima la agencia espacial estadounidense, posiblemente albergó vida microbiana hace miles de millones de años. La roca fue recogida por el robot de seis ruedas el pasado 21 de julio en el área norte de Neretva Vallis, un antiguo valle fluvial de unos 400 metros de ancho.
La agencia espacial explicó que los primeros análisis hechos con los instrumentos del rover revelan que “la roca posee cualidades que se ajustan a la definición de un posible indicador de vida antigua”.
“Vida” en Marte
“La roca exhibe marcas químicas y estructuras que posiblemente podrían haber sido formadas por la vida hace miles de millones de años cuando el área explorada por el rover contenía agua corriente”, señaló el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL, por sus siglas en inglés) de la NASA.
A pesar de los hallazgos, la agencia espacial destacó que es necesaria una investigación más profunda para determinar si es que se trata efectivamente de indicios de vida microscópica en esta roca en forma de punta de flecha y con venas, que mide aproximadamente 1 por 0,6 metros.
La roca, apodada ‘Cheyava Falls’
La roca, apodada ‘Cheyava Falls’, es la “más desconcertante, compleja y potencialmente importante investigada hasta ahora por el Perseverance”, según Ken Farley, del equipo científico del rover. A lo largo de la roca hay grandes vetas blancas de sulfato de calcio, entre las cuales hay material cuyo color rojizo sugiere la presencia de hematita, uno de los minerales que da a Marte su distintivo tono oxidado.
El rover examinó más de cerca estas regiones rojas y encontró “docenas de manchas blanquecinas de tamaño milimétrico y de forma irregular, cada una rodeada de material negro, similar a las manchas de leopardo”, explicó la agencia espacial.
Muchas interrogantes
Posteriores análisis hechos con instrumentos del Perseverance dan pistas de que esos “halos negros” contienen hierro y fosfato, lo que ha causado sorpresa a los científicos. “En la Tierra, este tipo de características en las rocas a menudo se asocian con el registro fosilizado de microbios que viven en el subsuelo”, señaló David Flannery, astrobiólogo y miembro del equipo científico del Perseverance.
Farley indicó que hay todavía muchas interrogantes en torno a las características de la roca, a la que han estudiado exhaustivamente con las herramientas del rover, el cual ya agotó sus posibilidades. Para un estudio más completo es necesario traerla a la Tierra, lo cual permitirá comprender mejor qué pasó en el cráter Jezero, el sitio donde se ubica el Perseverance y donde se estima hubo agua hace millones de años.
La NASA se encuentra en medio de una campaña para concretar el envío de una misión para el retorno de las muestras recogidas por el Perseverance. El plan más reciente implica hasta 11.000 millones de dólares, lo cual supone un reto presupuestario.