Por Bruno Cortés
En la reciente discusión sobre la reforma a la Guardia Nacional, los senadores del Partido Acción Nacional, Marko Cortés y Ricardo Anaya, lanzaron una dura crítica a la estrategia de militarización que ha caracterizado a México en las últimas décadas. Para ellos, la presencia de las fuerzas armadas en las calles no ha traído la paz que tanto se anhela. De hecho, aseguran que, lejos de mejorar la situación, ha contribuido a un aumento alarmante en los homicidios.
“Este se convirtió en el sexenio más violento desde que tenemos registros”, afirmó Cortés, refiriéndose a la época del expresidente Felipe Calderón, cuando se inició la militarización. Anaya fue aún más contundente: “Sostener que ha bajado la violencia homicida en el país es faltar a la verdad”. Durante su intervención, Anaya presentó cifras escalofriantes. Mientras que en el gobierno de Vicente Fox se registraron 60,000 homicidios, la cifra se duplicó en el sexenio de Calderón, alcanzando 120,000. “Y hoy, con la actual administración, vamos a rebasar los 200,000 homicidios”, advirtió.
Ambos senadores coincidieron en que el camino no es la militarización. Cortés, que reconoce que esta estrategia se inició bajo un gobierno panista, resaltó que la violencia ha ido en aumento desde que se decidió sacar a los militares a las calles. Según él, “es cuando empieza la creciente violencia y se reflejan los homicidios”.
La situación es especialmente crítica en lugares como Sinaloa, donde la violencia ha tomado un rumbo preocupante. En este contexto, los senadores hicieron un llamado a encontrar soluciones efectivas para mejorar la seguridad de los mexicanos. Cortés mencionó que, aunque Acción Nacional está dispuesto a apoyar al gobierno de Claudia Sheinbaum, no respaldará la propuesta de Andrés Manuel López Obrador de transferir la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional.
Luis Donaldo Colosio, del Movimiento Ciudadano, se unió al debate y urgió a adoptar un enfoque que refuerce a las policías locales, en lugar de militarizar la seguridad. Para él, el dictamen actual representa el “clavo final al ataúd” de la seguridad civil en México, indicando que es una rendición del gobierno ante su responsabilidad de garantizar la seguridad.
Colosio enfatizó la necesidad de invertir en las capacidades operativas de las policías municipales, destacando que lo urgente es fortalecer a estas fuerzas en lugar de hacer cambios constitucionales. “Hay que trabajar en la prevención de delitos y capacitar a las policías locales. Si queremos que la seguridad funcione, necesitamos tecnologías y mejores procesos de investigación”, concluyó.
Con el telón de fondo de un clima de creciente violencia, este debate en el Senado abre la puerta a una reflexión crítica sobre las verdaderas soluciones para la seguridad en México. ¿Deberíamos seguir confiando en la militarización, o es momento de enfocarnos en mejorar nuestras fuerzas policiales y estrategias locales?