En el ruedo político de la Cuarta Transformación, dos titanes se enfrentan en un espectáculo que amenaza con desbaratar la unidad de Morena. Ricardo Monreal y Adán Augusto López, coordinadores de las bancadas de Morena en la Cámara de Diputados y Senado respectivamente, han protagonizado un pleito que va más allá de las apariencias financieras, tocando fibras sensibles de poder, influencia y, por supuesto, seguridad.
La mecha del conflicto se encendió con la aprobación del presupuesto para el 2025. Monreal, con su vara de mando en Diputados, decidió recortar 123 millones de pesos al presupuesto del Senado, lo que provocó una tempestad en el Senado bajo el liderazgo de Adán Augusto. Pero no se trata solo de números; aquí hay una lucha de egos y ambiciones políticas en juego. López Hernández acusó a Monreal de irregularidades en contratos millonarios durante su gestión en el Senado, apuntando hacia una supuesta corrupción que podría afectar la seguridad y la transparencia en el manejo de los recursos públicos.
Pedro Haces, el torero de la operación política, salió rápidamente en defensa de Monreal. Haces no solo expresó su apoyo en redes sociales, sino que también encabezó un comunicado con otros diputados para cerrar filas, mostrando la importancia de la unidad y la lealtad dentro de Morena. Sin embargo, este apoyo no ha sido unánime, revelando fisuras que podrían debilitar la estructura del partido de cara a futuras elecciones y a la gestión de la seguridad nacional.
La presidenta Claudia Sheinbaum ha intentado calmar las aguas, pidiendo «cabeza fría», pero el toro de la política, una vez suelto, no es fácil de detener. La disputa ha desatado rumores de «vendettas» personales y ha mostrado cómo la influencia y el control de recursos pueden ser un campo de batalla en el que se juega la estabilidad y la dirección del país.
En este contexto, la seguridad, tanto interna del partido como del país, se ve comprometida. Con el presupuesto en disputa, la capacidad de Morena para abordar cuestiones críticas como la seguridad pública podría verse afectada, especialmente cuando cada peso cuenta para equipar a las fuerzas de seguridad o para programas sociales que mantienen la paz social.