Por Bruno Cortés
En Sinaloa, el clima de violencia está encendiendo las alarmas y, esta vez, el objetivo ha sido un pilar de la información en la región: el periódico “El Debate”. Los diputados del PRI, liderados por Rubén Moreira Valdez y con la participación de Mario Zamora Gastelum, no se quedaron callados ante el atentado que ha sacudido a la comunidad periodística. Con preocupación y firmeza, exigieron que las autoridades aclaren lo sucedido y garanticen la seguridad para quienes ejercen el periodismo.
Los legisladores no solo alzaron la voz, sino que también hicieron énfasis en que uno de los fundamentos de una verdadera democracia es la libertad de prensa. “No se puede poner en riesgo su ejercicio”, afirmaron, dejando claro que la falta de acción por parte de las autoridades ha llevado a Sinaloa a una situación de caos. En un comunicado, los priistas aseguraron que es hora de crear una nueva estrategia para la paz, ya que lo que se ha hecho hasta ahora no ha sido suficiente.
Con el respaldo de todos los miembros de su grupo, Moreira destacó la importancia de “El Debate” como una voz libre en el panorama nacional y afirmó que su seguridad debe ser una prioridad del gobierno estatal. En la misma línea, Zamora resaltó el prestigio de esta casa editorial, subrayando que su labor es fundamental para la vida democrática de Sinaloa. “Un abrazo solidario a quienes laboran en este medio”, añadió, mostrando unidad y apoyo hacia el personal del periódico.
Además, los legisladores priistas se comprometieron a estar vigilantes ante cualquier riesgo que pueda enfrentar la prensa en el país. Aseguraron que el Estado mexicano tiene la obligación de garantizar la seguridad de los medios y de quienes trabajan en ellos. En un claro llamado a la acción, concluyeron que “la paz es posible”, pero que requiere del esfuerzo conjunto de todos los mexicanos, desde el gobierno hasta la ciudadanía.
El mensaje es claro: la libertad de prensa no es solo un derecho, es una necesidad. Y en momentos difíciles como los que vive Sinaloa, la voz de los medios debe ser defendida y protegida con firmeza. La comunidad espera que las autoridades actúen de manera efectiva y que los periodistas puedan trabajar sin temor a represalias, porque al final del día, su labor es vital para mantener a la sociedad informada y consciente.