La Lucha Global contra la Violencia de Género: El Día Naranja y su Impacto en México
Por Juan Pablo Ojeda
Cada 25 de noviembre, la memoria colectiva se ve obligada a enfrentar una dura realidad: en todo el mundo, las mujeres siguen siendo víctimas de violencia, muchas veces por parte de aquellos que deberían protegerlas. La violencia de género se ha convertido en una de las problemáticas más urgentes de la sociedad, con cifras alarmantes que reflejan una epidemia global. En México, cada día nueve mujeres son asesinadas, y sorprendentemente, en la mayoría de los casos, los perpetradores son personas cercanas: padres, parejas, amigos, e incluso maestros. En este contexto, surge el Día Naranja, una campaña global impulsada por la ONU para visibilizar y erradicar esta tragedia. Pero, ¿qué significa realmente esta campaña y cómo impacta a México?
Las estadísticas de violencia contra las mujeres en México son escalofriantes. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), cada 24 horas nueve mujeres pierden la vida, víctimas de feminicidio. De esta cifra, una gran parte de los agresores son hombres cercanos a las víctimas: maridos, ex-parejas, hermanos, padres y otras figuras de autoridad. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) Mujeres, que considera esta violencia un problema global, calcula que en el mundo mueren 5 mujeres, niñas y adultas mayores cada hora a manos de sus familiares. Ante estos datos, la comunidad internacional decidió tomar cartas en el asunto, creando el Día Naranja, un movimiento cuyo objetivo es erradicar la violencia de género y promover la reflexión social sobre las acciones necesarias para cambiar esta realidad.
El Día Naranja, también conocido como la Campaña Naranja ÚNETE, es una iniciativa global lanzada por la ONU que busca visibilizar la violencia contra las mujeres y niñas, generar conciencia sobre sus causas y consecuencias, y promover acciones concretas para su erradicación. Esta campaña se conmemora el 25 de cada mes, y tiene un énfasis particular en el 25 de noviembre, el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, establecido por la ONU en 1999 en memoria de las hermanas Mirabal, activistas dominicanas asesinadas en 1960 bajo el régimen dictatorial de Rafael Trujillo.
En México, la Campaña Naranja tiene un fuerte impacto. El gobierno federal y diversas organizaciones civiles se suman a la jornada cada mes, realizando actividades de concientización y convocando a la sociedad a participar activamente en la lucha contra la violencia de género. El color naranja fue elegido para representar la campaña porque simboliza un futuro brillante, sin violencia, un futuro en el que las mujeres puedan vivir con dignidad, igualdad y libertad. Este color se ha convertido en un símbolo de esperanza, un recordatorio de que un cambio es posible y que la lucha debe ser constante.
Pero las cifras siguen siendo alarmantes. Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), más de 60,000 mujeres y niñas son asesinadas cada año a nivel mundial, y de los 25 países con mayores tasas de feminicidios, 14 se encuentran en América Latina, incluida México. En el país, de acuerdo con datos de ONU Mujeres, más de la mitad de los casos de violencia de género son cometidos por desconocidos, mientras que el 43.9% involucra a parejas sentimentales, ya sea durante o después de la relación.
Este 25 de noviembre, al igual que todos los 25 de cada mes, la Campaña Naranja ÚNETE invita a todas las personas a sumarse al compromiso de transformar esta realidad. Pintar el mundo de naranja es una forma simbólica de recordar la necesidad urgente de erradicar la violencia y de crear conciencia sobre la importancia de actuar, no solo con palabras, sino con acciones concretas para proteger a las mujeres y niñas en todos los rincones del planeta. Las autoridades mexicanas han reiterado su compromiso en esta lucha, pero el cambio real solo será posible si cada uno de nosotros toma conciencia y se compromete a construir una sociedad libre de violencia y discriminación.
El Día Naranja no solo es un recordatorio de los derechos que deben ser garantizados para todas las mujeres, sino también un llamado a la acción. En México y en el mundo, es hora de que todas las voces se unan en el rechazo a la violencia de género. Porque una sociedad más justa y segura para las mujeres es un compromiso de todos.