La hormiga del fin del mundo en Azcapotzalco

En el corazón de Azcapotzalco, una de las 16 alcaldías de la Ciudad de México, se encuentra la Catedral de los Santos Apóstoles Felipe y Santiago, un lugar lleno de historia y misterio. La torre de esta catedral alberga una hormiga roja pintada, y cuenta la leyenda que cuando esta hormiga llegue al campanario, será el fin del mundo. Esta historia ha mantenido a los vecinos mirando siempre hacia el campanario, esperando el día en que la hormiga alcance su destino.

 

Azcapotzalco, cuyo nombre proviene del náhuatl “azcatl” (hormiga), “potzoa” (acumular) y “co” (lugar), ha sido un lugar de gran importancia desde la época prehispánica. Fue dominado por la civilización Tepaneca antes de la llegada de los mexicas. La hormiga roja en la torre de la catedral es un recordatorio de la hazaña de Quetzalcóatl, quien, según la leyenda, se convirtió en hormiga para llevar granos de maíz a la población tepaneca que padecía hambruna.

 

La Catedral de Azcapotzalco, construida en 1565 sobre un centro ceremonial prehispánico, ha sido testigo de numerosos eventos históricos, incluyendo la última batalla de la guerra de independencia de México en 1821 y la revolución mexicana. La leyenda de la hormiga del fin del mundo ha mantenido a los vecinos mirando siempre hacia el campanario, esperando el día en que la hormiga alcance su destino. Se dice que la hormiga sigue subiendo lentamente, añadiendo un aire de misterio y misticismo a esta emblemática catedral.

 

Además, la iglesia de los Santos Apóstoles es un sitio de interés no solo por esta leyenda, sino por su rica historia que incluye el paso de civilizaciones mesoamericanas, la caída de Tenochtitlán, el Virreinato y la revolución mexicana. La parroquia fue construida utilizando materiales de templos prehispánicos, lo que refuerza la conexión con el pasado indígena de la región.

 

El simbolismo de la hormiga y su conexión con Quetzalcóatl también refleja la rica tradición cultural y mitológica de México. La historia de cómo el dios creador del hombre se convirtió en hormiga para salvar a los tepanecas de la hambruna es un recordatorio del ingenio y la solidaridad que caracterizan a las culturas prehispánicas de la región. Esta leyenda ha perdurado a lo largo de los siglos y continúa siendo una parte integral de la identidad de Azcapotzalco.

 

La hormiga del fin del mundo en Azcapotzalco es más que una simple leyenda urbana; es un símbolo de la rica historia y cultura de la región, así como un recordatorio de la conexión entre el pasado y el presente. Si quieren conocer esta joya de CDMX —que por cierto, luce ya un considerable deterioro—, la dirección es: avenida Morelos 14, Centro, Azcapotzalco. ¿Ustedes ya conocían su increíble historia?

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