Las crecientes necesidades y el enfoque de los países ricos en Ucrania han dejado a las agencias de ayuda humanitaria con muy pocos fondos para abordar otras crisis a lo largo del mundo y han obligado a recortar los programas, según el diario ‘The New York Times’.
«Es la mayor brecha de financiamiento que jamás hayamos visto, ante todo porque la cantidad de personas vulnerables que necesitan apoyo va aumentando rápidamente», cita el periódico a Martin Griffiths, secretario general adjunto de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios y Coordinador del Socorro de Emergencia.