El jueves 27 de febrero de 2025, la Ciudad de México vivió una tragedia que paralizó una de sus principales arterias de transporte. Aproximadamente a las 18:40 horas, una persona, descrita como una mujer de entre 25 y 30 años, se arrojó a las vías en la estación Guerrero de la Línea 3, lo que provocó una suspensión temporal del servicio y alteró el flujo de pasajeros en diversas estaciones.

La estación Guerrero, crucial punto de transbordo entre la Línea 3 y la Línea B, se convirtió en el epicentro de la emergencia, afectando también a las estaciones cercanas como Coyoacán, Hidalgo y Centro Médico. Miles de usuarios se vieron atrapados en la congestión y los retrasos, mientras que muchos optaron por tomar el Metrobús como alternativa para llegar a su destino.

Los equipos de emergencia trabajaron rápidamente en las maniobras de rescate, y personal médico estuvo presente en el lugar. A pesar de los esfuerzos, el servicio no se reanudó completamente hasta las 19:25 horas. Algunos usuarios reportaron que, aunque los trenes comenzaron a circular nuevamente, todavía había fallas en el flujo del servicio.

Este incidente se sumó a una larga lista de tragedias ocurridas en el Metro de la Ciudad de México, siendo la séptima muerte registrada en las instalaciones en los últimos meses, con al menos tres de ellas sucediendo en la Línea 3. La conmoción por este nuevo suceso volvió a poner sobre la mesa la necesidad urgente de medidas para garantizar la seguridad de los pasajeros y evitar que tragedias como esta se repitan.

Mientras la capital seguía lidiando con las consecuencias de este lamentable hecho, los usuarios del Metro exigieron una vez más que las autoridades tomen medidas más efectivas para prevenir accidentes y mejorar la seguridad en el sistema de transporte más grande de la ciudad.