Por Bruno Cortés
En el corazón del debate político mexicano, la economía siempre se lleva el protagonismo, y recientemente, los diputados del PRI, Hugo Gutiérrez Arroyo y Mario Zamora Gastélum, han levantado la voz para cuestionar la gestión económica del gobierno de Morena. En un comunicado durante la Glosa del Sexto Informe de Gobierno, los legisladores hicieron énfasis en que los números no engañan; detrás de cada cifra hay una realidad que el gobierno intenta esconder.
Para empezar, Gutiérrez Arroyo reveló que el crecimiento económico promedio de México ha sido solo del 1% anual, muy lejos del 4% que se prometió. Esto no es un simple detalle; refleja un estancamiento que afecta a todos. Además, el déficit fiscal está proyectado para llegar al 6%, lo que lo convertiría en el más alto en tres décadas. Imagina que, con el nivel de deuda actual, podríamos haber construido 13 trenes Maya o hasta 20 refinerías de Dos Bocas, y eso considerando los sobrecostos.
Pero, ¿qué pasa con Pemex? Según Gutiérrez, la empresa no solo sigue siendo ineficiente a pesar de recibir grandes cantidades de dinero, sino que además, el gobierno ha reducido las transferencias a los estados, lo que significa menos recursos para atender necesidades locales. Eso se traduce en menos oportunidades de crecimiento en las comunidades.
Zamora Gastélum no se quedó atrás y recordó que la deuda nacional está en su punto más alto en la historia, superando el 50% del Producto Interno Bruto (PIB). La inflación, ese «impuesto» que impacta más a los que menos tienen, ha alcanzado niveles no vistos en cuatro sexenios. Esta situación ha llevado a los analistas a tener un panorama sombrío: más del 70% de ellos creen que la economía empeorará en los próximos seis meses.
En un tono propositivo, Zamora lanzó tres recomendaciones que podrían marcar la diferencia. Primero, apoyar a los campesinos, ganaderos, pescadores y acuicultores; segundo, devolver el poder al federalismo, brindando apoyo a estados y municipios; y tercero, aprovechar el potencial turístico del país, especialmente en las playas y pueblos mágicos.
Sin embargo, el mensaje es claro: sin un crecimiento económico real y un desarrollo sustentable, no habrá bienestar para la población. Por último, el diputado hizo un llamado a la solidaridad con Culiacán, recordando que la violencia que vive la región no es lo que la gente merece.
Así que, en resumen, la situación económica del país es crítica y los retos son grandes, pero hay alternativas. La pregunta es: ¿estamos listos para hacer cambios y dejar atrás la pobreza extrema que ha crecido en este sexenio?