La pérdida excesiva de cabello es una preocupación común que va más allá de lo estético: puede ser señal de deficiencias nutricionales, estrés o desequilibrios hormonales. Aunque es normal perder entre 50 y 100 hebras al día, una caída fuera de lo habitual suele estar vinculada a factores como dietas restrictivas, falta de proteínas o carencia de vitaminas clave. Según expertos consultados por Women’s Health, la solución no solo está en los tratamientos tópicos, sino en lo que comemos.
El cabello está compuesto principalmente por queratina, una proteína que depende de nutrientes específicos para su formación y mantenimiento. Una alimentación pobre en estos componentes puede debilitar la estructura capilar, acelerando su caída. Estos son los nutrientes indispensables:
- Proteínas: Fundamentales para la síntesis de queratina, se encuentran en carnes magras, huevos, legumbres y lácteos. Su deficiencia puede hacer que el cabello se vuelva frágil y quebradizo.
- Hierro y zinc: Minerales clave para la oxigenación de los folículos pilosos. Las espinacas, lentejas, mariscos y semillas de calabaza son excelentes fuentes.
- Biotina (vitamina B7): Promueve el crecimiento y evita la resequedad. Está presente en nueces, plátanos y yema de huevo.
- Ácidos grasos omega-3: Reducen la inflamación del cuero cabelludo y mejoran la hidratación. El salmón, las semillas de chía y las nueces son ricos en ellos.
- Vitamina C y colágeno: Estimulan la producción de colágeno, esencial para la elasticidad capilar. Los cítricos, el pimiento rojo y el caldo de huesos son aliados clave.
Además de la dieta, otros factores influyen en la salud capilar. El estrés crónico, por ejemplo, puede desencadenar efluvio telógeno, un tipo de caída temporal. Técnicas de relajación como el yoga o la meditación ayudan a mitigarlo. También es crucial evitar el exceso de calor en herramientas como planchas y secadores, así como elegir productos de cuidado sin sulfatos ni parabenos, que dañan la fibra capilar.
Si la caída persiste a pesar de ajustar la alimentación y los cuidados, lo ideal es consultar a un dermatólogo. Problemas como la anemia, el hipotiroidismo o la alopecia androgenética requieren diagnósticos específicos. Mientras tanto, incorporar estos nutrientes y hábitos no solo fortalecerá el cabello, sino que mejorará la salud en general.