Ciudad de México, 23 de enero de 2024 – Un informe reciente de Oxfam México ha puesto de manifiesto una realidad preocupante: la extrema desigualdad económica en México es producto de décadas de transferencias masivas de riqueza del gobierno a un reducido grupo de magnates. Estos individuos, que se han beneficiado enormemente de privatizaciones, concesiones, licencias y permisos, han acumulado un poder político y económico que no solo les permite conservar sus fortunas, sino también empobrecer al resto de la población mediante los controles de precios garantizados por sus monopolios.
El caso de Carlos Slim y Germán Larrea, los dos hombres más ricos de México y de América Latina, es emblemático. Desde 2020, han visto aumentar su fortuna en un 70%, un crecimiento desproporcionado que les sitúa a años luz del resto de los mexicanos. Esta disparidad se hace aún más evidente al considerar que el patrimonio de Slim y Larrea, que creció un 58 y 125% respectivamente desde la pandemia, equivale al de 334 millones de mexicanos, en un país donde más de 9 millones viven sin la certeza de poder alimentarse al día siguiente.
A pesar de algunos avances en la política social y salarial, que han mejorado la distribución del ingreso especialmente para las personas trabajadoras formales, Oxfam subraya que estas medidas son insuficientes. La organización critica un sistema legal y tributario hecho a la medida para incrementar las fortunas de los más ricos, perpetuando así una desigualdad extrema.
El informe resalta que 14 ultrarricos acaparan el 8% de la riqueza de México, lo que se traduce en casi 180 mil millones de dólares. Solo Carlos Slim posee el 4%. Este grupo selecto de 294 mil personas, que poseen más de un millón de dólares cada una, acumula el 60% de la riqueza del país. Esto contrasta dramáticamente con los 46.8 millones de mexicanos que viven en pobreza.
Oxfam señala que esta situación es el resultado de transferencias de riqueza del gobierno a un pequeño grupo de magnates durante las últimas cuatro décadas. Ejemplos como Carlos Slim con Telmex, Ricardo Salinas Pliego con TV Azteca, Germán Larrea con Ferrocarriles de México y Roberto Hernández en el sector bancario son indicativos de cómo las privatizaciones y concesiones han beneficiado desproporcionadamente a unos pocos.
Además, este poder económico se traduce en influencia política, lo que afecta negativamente a las micro, pequeñas y medianas empresas. El informe sugiere que el Estado debe asumir un papel más activo en la economía para garantizar que la riqueza beneficie a quienes realmente la trabajan y para asegurar una distribución más equitativa de los recursos.
En un país donde los costos de producción aumentaron significativamente durante la pandemia y la guerra en Ucrania, pero los precios no disminuyeron cuando los costos bajaron, el informe de Oxfam pone de relieve la urgente necesidad de abordar estas desigualdades estructurales.