Por Bruno Cortés
En el escenario de Panotla, Tlaxcala, bajo un sol que prometía un día de trabajo intenso, la presidenta Claudia Sheinbaum anunció su próxima reunión con los consejeros del INE. Con un tono decidido pero conciliador, Sheinbaum dejó claro que su interés radica en escuchar y entender las necesidades del instituto en cuanto a la organización de la primera elección de jueces, magistrados y ministros en la historia de México.
La elección judicial, programada para el 1 de junio de 2025, ha sido un punto de fricción no solo por su magnitud sino también por el significativo recorte al presupuesto que el INE había solicitado. Originalmente, el instituto esperaba contar con 13 mil millones de pesos para llevar a cabo este proceso, pero el Congreso solo aprobó 6 mil millones, una reducción del 52.21%. Este recorte ha obligado al INE a buscar estrategias para optimizar los recursos, lo cual se espera sea tema central en la reunión.
En el ambiente de la conferencia matutina, Sheinbaum expresó su confianza en que la democracia mexicana saldrá fortalecida de esta elección. «Es la democracia del pueblo, por el pueblo y para el pueblo», remarcó, destacando que por primera vez, el poder judicial será electo directamente por los ciudadanos. La presidenta enfatizó que no hay riesgos en la organización de la elección, pese a los señalamientos de algunos sectores sobre el impacto del recorte presupuestal.
La cita entre Sheinbaum y los consejeros del INE no es solo una reunión de trabajo; es un momento simbólico que podría definir cómo se manejará la transparencia y la eficiencia en un proceso electoral tan novedoso. Los consejeros del INE han mostrado su disposición a dialogar sobre cómo distribuirán los recursos disponibles y cómo garantizarán la integridad de la elección judicial sin comprometer su calidad.
La conversación también abordará la credencialización de los mexicanos en el extranjero, un punto crucial para asegurar una participación amplia y justa. Sheinbaum ha solicitado que el proceso de entrega de credenciales sea más ágil y accesible, un tema que los consejeros del INE han prometido discutir con la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, para encontrar soluciones efectivas.
El encuentro se perfila como un punto de inflexión para la relación entre el gobierno federal y el INE, especialmente en un contexto donde la autonomía de los órganos electorales ha sido objeto de debate. La presidenta ha insistido en la importancia de la transparencia, pidiendo al INE que explique públicamente cómo se utilizarán los recursos y qué estrategias se implementarán para asegurar una elección exitosa.
Desde los medios de comunicación hasta las redes sociales, la expectativa por esta reunión ha generado un amplio espectro de opiniones. Algunos sectores aplauden el acercamiento como un signo de colaboración, mientras otros temen que pueda haber intentos de influir en la autonomía del INE. Lo que sí es seguro es que esta reunión será un capítulo más en la narrativa de cómo México está redefiniendo su democracia.