La defensiva de los Cowboys apaga la remontada de los Buccaneers en una victoria crítica
Por Juan Pablo Ojeda
Cuando todo parecía indicar que otro desastre se avecinaba para los Dallas Cowboys, la defensiva del equipo se convirtió en el héroe inesperado de la noche. Con una jugada clave en los últimos minutos del juego, la defensa de los Cowboys logró arrebatarle el balón a Rachaad White, apagando cualquier intento de remontada de los Tampa Bay Buccaneers, y asegurando una victoria ajustada de 26-24.
La victoria no solo fue crucial para Dallas, que mejora su récord a 7-8, sino que también tuvo un impacto directo en la lucha por la NFC Sur. Con esta derrota, Tampa Bay (8-7) perdió el liderato de la división, y ahora su futuro en los playoffs depende completamente de otros resultados. El equipo dirigido por Todd Bowles ya no tiene control sobre su destino: necesita que los Atlanta Falcons pierdan al menos uno de sus dos partidos restantes, mientras que los Buccaneers están obligados a ganar sus dos encuentros para mantener vivas sus esperanzas de postemporada.
El juego comenzó de manera favorable para Dallas, quien pegó primero con 10 puntos en el primer cuarto. Un gol de campo de Brandon Aubrey y un touchdown de Jalen Tolbert pusieron a los Cowboys al frente. Tampa Bay respondió rápidamente con una anotación terrestre de Bucky Irving, pero Dallas extendió su ventaja con otro gol de campo y un touchdown más, esta vez de Ezekiel Elliott.
Cuando se acercaba el final de la primera mitad, los Buccaneers lograron un buen avance y Baker Mayfield conectó con Chase McLaughlin para un touchdown. Sin embargo, los Cowboys no dejaron que el momento se escapara, y con un minuto en el reloj, Cooper Rush guió a su equipo para colocar a Aubrey en posición de patear un gol de campo de 58 yardas, poniendo el marcador 23-14 a favor de Dallas al medio tiempo.
El tercer cuarto fue un intercambio de golpes con ambos equipos anotando un gol de campo. Sin embargo, el cuarto final sería el escenario de una última presión de Tampa Bay. Con menos de tres minutos en el reloj, los Buccaneers lograron acercarse aún más con una anotación de Ryan Miller, poniendo el marcador 26-24.
La remontada parecía inevitable, pero la defensiva de los Cowboys, que había sido sólida durante todo el encuentro, logró un momento decisivo. Un balón suelto de Rachaad White, forzado por el linebacker de Dallas, selló la victoria para los Cowboys, quienes pudieron mantener la posesión y acabar con las esperanzas de Tampa Bay.
Con esta victoria, Dallas se mantiene con vida en la pelea por un lugar en los playoffs. Mientras tanto, los Buccaneers ahora enfrentan un futuro incierto y dependen de otros resultados para poder asegurar un puesto en la postemporada.