Por Bruno Cortés
En las últimas horas, el tema de la Guardia Nacional ha vuelto a acaparar la atención en el Senado de la República, donde se llevaron a cabo reuniones de las Comisiones Unidas de Puntos Constitucionales y Estudios Legislativos. La preocupación principal gira en torno a la posible militarización del país tras el anuncio de que la Guardia Nacional pasaría a depender de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). Este cambio ha desatado una serie de opiniones encontradas, y dos figuras clave, Ricardo Anaya y Adán Augusto López, no perdieron la oportunidad de expresar sus puntos de vista.
Ricardo Anaya, exlíder del Partido Acción Nacional (PAN), hizo su aparición en esta discusión, donde intentó mostrar su apoyo a la Guardia Nacional, y aunque lo dijo en tono de broma, su comentario resonó. «Se distrae pensando en un moche y ya estaba votando a favor de la Guardia Nacional», bromeó uno de los senadores, mientras Anaya aseguraba que estaba a favor de la medida, lo que desató risas en la sala. A pesar del tono ligero, la tensión era palpable, dado el trasfondo de la conversación.
Por su parte, Adán Augusto López, de Morena y exsecretario de Gobernación, no dejó pasar la oportunidad para recordarle a Anaya que lo que le falta a su partido es la experiencia en el gobierno. “Aquí tenemos algo que usted no va a tener nunca: experiencia de gobierno. El pueblo nos dio la confianza”, afirmó López, resaltando su trayectoria y la de sus compañeros en el manejo de la seguridad pública.
La discusión no se detuvo ahí. Marko Cortés, actual dirigente del PAN, también se unió al debate, señalando que el aumento de la violencia en el país coincide con el despliegue militar en las calles desde el gobierno de Felipe Calderón. Cortés reconoció que la estrategia de seguridad del pasado no había dado los resultados esperados, y que las cifras de homicidios se habían disparado en el actual sexenio de Andrés Manuel López Obrador. A su juicio, la presencia de la Guardia Nacional no cambiaría la situación actual.
Para entender un poco mejor este debate, hay que recordar que la Guardia Nacional fue creada en 2019 como una respuesta a la creciente inseguridad en el país. Su misión es realizar operaciones preventivas, de vigilancia y colaborar con otras instituciones para proteger a la ciudadanía. Sin embargo, el hecho de que ahora dependa de la Sedena ha generado preocupaciones sobre un giro hacia una mayor militarización de las fuerzas de seguridad en México.
En resumen, el futuro de la Guardia Nacional es un tema delicado que se entrelaza con la historia de la seguridad en el país y con la confianza que los ciudadanos depositan en sus instituciones. La conversación entre estos políticos es solo un reflejo de la incertidumbre que sienten muchos mexicanos ante un panorama de violencia que sigue siendo alarmante.