Por Bruno Cortés
En un panorama de tensiones políticas, las diputadas y diputados del Grupo Parlamentario del PAN, liderados por Noemí Luna Ayala, han levantado la voz en contra de la inacción de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) respecto a la controvertida reforma al Poder Judicial. En una reciente conferencia de prensa, reprocharon que este organismo no haya presentado ninguna controversia constitucional para frenar lo que consideran una amenaza a la justicia en México.
Luna Ayala no se contuvo al expresar su frustración. Tras una manifestación simbólica que realizaron en las instalaciones de la CNDH, donde cerraron el acceso como una forma de protesta, los panistas fueron acusados de dañar la fachada del edificio. “La CNDH debería ser un organismo autónomo, pero se ha convertido en un apéndice de un gobierno autoritario”, señaló. La líder parlamentaria subrayó que el país vive en un momento crítico, donde la oposición es silenciada y se ignoran los derechos de los ciudadanos.
La situación se complica aún más cuando los legisladores advierten que Morena está promoviendo cambios constitucionales que eliminarían los controles sobre el poder reformador. Esto, según Luna Ayala, representa una grave amenaza para la democracia y el estado de derecho en México.
El diputado Elías Lixa Abimerhi se sumó a las críticas, acusando a la CNDH de intimidar a aquellos legisladores que se atrevan a cuestionar su funcionamiento. Resaltó que la reacción de la CNDH ante la clausura simbólica fue desproporcionada, afirmando que se debería poner más atención a la reforma judicial, que él considera la más peligrosa en la historia reciente del país.
La protesta del PAN ha sacudido la percepción sobre la CNDH, que muchos ven como un organismo que debería defender los derechos de los ciudadanos, pero que ahora parece más preocupado por complacer al gobierno. Lixa subrayó la necesidad de un diálogo abierto entre la titular de la CNDH y los legisladores de oposición para aclarar la situación.
Por su parte, la diputada Margarita Zavala Gómez del Campo advirtió que el acoso judicial que enfrentan los opositores podría convertirse en un peligro real para todos los ciudadanos que simplemente piensan diferente. Esta inquietud resuena entre muchos mexicanos que temen por sus derechos ante un panorama político cada vez más polarizado.
Otros miembros del PAN, como el diputado Federico Döring, denunciaron el uso de la fuerza por parte de la policía capitalina durante las manifestaciones, lo que él calificó de “silencio cómplice” de la CNDH. Döring afirmó que, si es necesario, enfrentará las consecuencias por defender los derechos de los mexicanos.
El llamado a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) también fue enfático. Germán Martínez exigió que se emita un fallo que suspenda la reforma judicial y garantice un acceso justo e imparcial a la justicia para todos los mexicanos.
La tensión en el Congreso y la situación de la CNDH son un reflejo de un país que enfrenta desafíos en su democracia y el respeto a los derechos humanos. Mientras tanto, los ciudadanos observan con atención, esperando que sus voces sean escuchadas y sus derechos protegidos.