CDMX a 31 de octubre, 2022.-El maquillaje más icónico de Día de Muertos es la catrina, sin embargo, este personaje no surgió con la idea de ser un referente de esta festividad.
Durante el Porfiriato, varios artistas utilizaron el arte como método de protesta política. Entre los muchos artistas que protestaron de manera artística, se encuentra el ilustrador José Guadalupe Posada, quien en 1873 publico un grabado en metal al que llamo “La Calavera Garbancera”, haciendo referencia a las personas que vendían garbanzos y que, a pesar de tener descendencia indígena, ocultaban sus orígenes para hacerse pasar por europeos.
En el grabado de metal, de 17 x 22 cm, se apreciaba un esqueleto vestido solamente con un sombrero, buscaba ser una crítica, a la vez que una sátira, sobre todo, de aquellas personas que se habían enriquecido durante la época de Porfirio Díaz y que gustaban de aparentar un estilo de vida que no les correspondía.
El nombre de “Catrina” lo adoptó hasta que el famoso muralista, Diego Rivera, lo utilizó en su famosa obra “Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central”.
“La catrina” viene del masculino “catrín”, llamado así al hombre elegante y bien vestido que siempre estaba acompañado de una mujer de vestimenta con las mismas características en la época final del siglo XIX y principios del XX.
Sin embargo, hoy en día la vestimenta que acompaña este maquillaje se ha diversificado, desde indumentarias revolucionarias, hasta modernas como vestidos de XV años.
Desde hace ya algunos años, el uso de la catrina en el maquillaje de Día de Muertos se ha popularizado, e incluso se ha transformado y adaptado a los diferentes estilos.
Donde se agregan materiales diversos como pedrería.
Aquí una nuestra representativa.
Fotografías: Bruno Cortés
Texto: Griselda López
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