Por Bruno Cortés
Recientemente, el senador Gerardo Fernández Noroña destacó la presión que enfrenta el Senado por parte de cabilderos de la industria del vapeo, un tema que ha generado un intenso debate sobre la salud pública y la seguridad. «Muchísima presión», afirmó Noroña, refiriéndose a las tácticas de los lobbistas que intentan influir en la legislación.
La discusión sobre los vapeadores no es solo una cuestión de salud; es un reflejo de cómo las políticas públicas pueden ser manipuladas por intereses privados. La reciente aprobación de una ley que busca regular el uso de estos dispositivos se ha visto empañada por preocupaciones sobre su uso como vehículo para drogas más duras. Noroña enfatizó que «si quieren dejar de fumar, hay que dejar de fumar y ya», sugiriendo que la solución no radica en alternativas como los vapeadores, sino en un cambio de hábitos más radical.
Inseguridad y Reformas Judiciales
La inseguridad sigue siendo un tema candente, especialmente cuando se habla de la necesidad de reformas profundas en el sistema judicial. En sus declaraciones, Noroña también abordó la crisis dentro del Poder Judicial, señalando que la reciente actuación de la presidenta de la Corte ha llevado a un «aislamiento» del poder judicial y a una «pésima conducción política». Esto resuena con muchos ciudadanos que ven cómo la falta de confianza en las instituciones judiciales se traduce en un aumento de la violencia y la impunidad.
El senador no escatima críticas hacia sus colegas y hacia el sistema en general. La falta de respeto hacia las instituciones y las personas involucradas es un reflejo del clima político actual. «No veo condiciones para que venga [la presidenta Sheinbaum]… no ha tenido un comportamiento… que pensemos que va a haber respeto», dijo Noroña, subrayando el deterioro de las relaciones entre los diferentes poderes del Estado-
Mirando Hacia el Futuro
A medida que se acercan las fechas límites para aprobar nuevas leyes antes del cierre del periodo legislativo, los retos son claros. El Senado tiene ante sí la tarea crucial de abordar no solo la regulación del vapeo, sino también las reformas necesarias para restaurar la confianza pública en el sistema judicial. Con una fecha límite del 15 de diciembre para cerrar este periodo legislativo, queda por ver si se lograrán avances significativos o si continuaremos atrapados en un ciclo de promesas incumplidas y creciente desconfianza