Por Bruno Cortés
La reforma al Poder Judicial que se está debatiendo en el Senado ha encendido una intensa disputa entre los partidos de oposición y el oficialismo. En una reciente charla con la periodista Azucena Uresti, los líderes de los principales partidos opositores en el Senado, PRI, PAN y Movimiento Ciudadano (MC), dejaron claro que sus senadores votarán en bloque contra la iniciativa cuando llegue al Pleno la próxima semana.
Manuel Añorve, el coordinador del PRI en el Senado, subrayó que los 15 senadores de su bancada están decididos a rechazar la reforma. Añorve no escatimó en asegurar que la oposición se mantendrá firme, a pesar de las presiones y amenazas que han recibido. «Voy a meter no sólo las manos al fuego, sino el cuerpo entero,» declaró Añorve, enfatizando la unidad del PRI en torno a esta postura. Según Añorve, incluso se ha ofrecido dinero a los legisladores para que cambien su voto, pero insistió en que eso no los hará doblar su posición.
El PRI se opone a la reforma por considerarla una amenaza a la independencia del Poder Judicial. Añorve explicó que la reforma intenta someter al poder judicial a intereses políticos del oficialismo, algo que consideran inaceptable. Para el PRI, la reforma es vista como un intento de avasallar el poder judicial y de comprometer la imparcialidad que debe caracterizar a este órgano.
Por otro lado, Guadalupe Murguía, coordinadora del PAN en el Senado, reafirmó que su partido también votará en contra de la reforma. Murguía no dudó en destacar que el PAN ha tomado medidas para asegurar la presencia de sus senadores, incluso manteniendo a los suplentes disponibles para cualquier eventualidad. Aunque no tiene evidencia directa de sobornos, Murguía mencionó que ha habido intentos de intimidar a algunos de sus colegas con promesas políticas y presiones sobre sus familias.
El Movimiento Ciudadano (MC) no se queda atrás en su oposición. Clemente Castañeda, coordinador del partido en el Senado, confirmó que los cinco senadores de MC también rechazarán la reforma. Castañeda denunció presiones provenientes del gobierno de Campeche, dirigido por la gobernadora Layda Sansores, sobre el senador Daniel Barreda. Según Castañeda, la gobernadora ha utilizado el aparato del Poder Judicial en Campeche para intimidar a Barreda y a otros miembros del equipo político de MC en el estado.
La reforma judicial, que aún debe superar el examen del Senado, ha generado un fuerte rechazo en la oposición. Los partidos PRI, PAN y MC han formado un frente común para impedir su aprobación, con la esperanza de mantener la independencia del Poder Judicial y resistir lo que consideran un intento de manipulación política.
Este enfrentamiento en el Senado refleja una batalla clave en la política mexicana, con la reforma judicial en el centro de un debate crucial sobre la autonomía de los poderes del Estado y el futuro del sistema judicial del país.