En un contexto de incertidumbre y especulación, Irán ha salido a desmentir rumores sobre el estado de salud del líder supremo, el ayatolá Ali Khamenei. A través de una publicación en redes sociales, el régimen iraní mostró una foto reciente de Khamenei, aparentemente en buena forma, durante una reunión con el embajador de Irán en Líbano, Mojtaba Amani. Esta imagen fue compartida el 17 de noviembre, justo después de que circularan afirmaciones en Twitter sobre su supuesta muerte o coma.
Los rumores sobre la salud de Khamenei no son nuevos. Desde hace años, su estado ha sido objeto de especulación constante. El 16 de noviembre, varios usuarios en Twitter, incluidos comentaristas geopolíticos y cuentas de noticias, afirmaron que el líder de 85 años estaba gravemente enfermo y cerca de la muerte. Un tuit del Dr. Maalouf decía: “Se dice que el líder supremo de Irán… cayó en coma y MURIÓ”. Sin embargo, la reciente publicación oficial parece contrarrestar estas afirmaciones.
La situación se complica aún más por la discusión interna sobre la sucesión de Khamenei. Según informes, la Asamblea de Expertos ha estado debatiendo sobre posibles candidatos para ocupar su lugar, con su hijo Mojtaba Khamenei como uno de los principales postulantes. Este debate ha sido impulsado no solo por la salud del líder supremo, sino también por preocupaciones sobre su seguridad personal.
La cuestión del relevo es crítica para el futuro político de Irán. La falta de un sucesor claro podría llevar a un vacío de poder en un momento ya tenso para el régimen. Expertos han señalado que la elección del próximo líder no solo dependerá de la Asamblea de Expertos, sino también del respaldo de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica. La presión para decidir es palpable, especialmente tras el fallecimiento del ex presidente Ebrahim Raisi en un accidente reciente, lo que ha intensificado la urgencia por establecer una línea sucesoria clara.
A pesar de los intentos del régimen por calmar las aguas, muchos usuarios en redes sociales siguen escépticos. Sarah Raviani, portavoz del grupo «Iranians for Trump», comentó: “Me encantaría creer que Khamenei está muerto, pero las peores personas parecen vivir para siempre”. Este tipo de reacciones refleja una profunda desconfianza hacia las narrativas oficiales y un deseo colectivo por un cambio en el liderazgo.