En un gesto que marca el cierre de un capítulo importante en las relaciones diplomáticas entre México y Estados Unidos, el embajador Ken Salazar se despidió de los diputados mexicanos en una emotiva reunión en la Cámara de Diputados. Este encuentro, que tuvo lugar antes de su regreso a Estados Unidos el 7 de enero de 2025, fue un momento para reflexionar sobre los logros y desafíos de su gestión de cuatro años al frente de la misión diplomática estadounidense en México.
Ricardo Monreal Ávila, presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, no escatimó elogios para Salazar, destacando su papel crucial en el fortalecimiento de las relaciones bilaterales. Monreal describió a Salazar como «un buen interlocutor» y «un buen embajador», resaltando la relación respetuosa, amable y amigable que mantuvieron durante su gestión.
Durante su mandato, Salazar enfrentó varios retos importantes:
- Comercio: Salazar subrayó el éxito del T-MEC, que ha convertido a México y EE.UU. en los socios comerciales número uno a nivel mundial.
- Migración: Se lograron avances significativos, aunque Salazar reconoció que aún se requiere mayor cooperación entre México, EE.UU. y otros países del hemisferio.
- Seguridad: A pesar de los progresos, Salazar admitió que este sigue siendo un «reto difícil» que requiere más trabajo.
- Patrimonio cultural: Salazar jugó un papel importante en la devolución de piezas arqueológicas y religiosas robadas a México, fortaleciendo los lazos culturales entre ambas naciones.
Aunque Salazar deja su puesto, expresó su confianza en el futuro de las relaciones entre México y EE.UU. Mark Johnson, con 32 años de experiencia diplomática, quedará como encargado de la embajada, liderando un equipo de 3,300 empleados, de los cuales 2,100 son mexicanos.
La salida de Salazar coincide con cambios políticos en ambos países. En México, la transición hacia el gobierno de Claudia Sheinbaum plantea nuevos desafíos y oportunidades para la relación bilateral. Mientras tanto, en EE.UU., la proximidad de las elecciones presidenciales de noviembre añade un elemento de incertidumbre al futuro de la diplomacia entre ambas naciones.
Ken Salazar deja un legado de diálogo y cooperación, estableciendo un alto estándar para su sucesor, Ron Johnson. El reto ahora será mantener y fortalecer estos lazos en un contexto político cambiante en ambos lados de la frontera.