Este viernes 5 de julio de 2024, Keir Starmer, líder del Partido Laborista británico, ha sido oficialmente designado como el nuevo primer ministro del Reino Unido tras recibir el encargo del rey Carlos III en una audiencia celebrada en el palacio de Buckingham, la residencia oficial de la monarquía en Londres.
Tras el encuentro con el soberano, Starmer se trasladó en coche hasta la icónica sede gubernamental en Downing Street, que a partir de ahora será su residencia y lugar de trabajo oficial. Allí, dio su primer discurso como jefe de gobierno ante la nación británica, destacando los desafíos y las oportunidades que se presentan bajo su liderazgo tras la histórica mayoría absoluta obtenida por el Partido Laborista en las elecciones generales celebradas el día anterior.
Keir Starmer entra así en la historia política del Reino Unido al convertirse en el primer primer ministro con el título de ‘sir’ desde Alec Douglas-Home en 1963. Este título honorífico le fue concedido por la reina Isabel II en 2014, en reconocimiento a sus destacados servicios en el ámbito del derecho y la justicia penal, durante su ejercicio como fiscal general entre 2008 y 2013. Durante su carrera como fiscal, Starmer ganó renombre por su labor en casos significativos relacionados con el terrorismo y el crimen organizado.
El triunfo del laborismo en los recientes comicios se ha reflejado en una contundente victoria, asegurando 412 escaños parlamentarios, lo que representa un aumento de 211 escaños respecto a las elecciones de 2019 y marca el fin de catorce años de gobiernos conservadores en el país.
En cumplimiento con la tradición constitucional, el ahora ex primer ministro conservador Rishi Sunak presentó su dimisión ante el rey en el palacio de Buckingham. Acompañado de su esposa Akshata Murty, Sunak dejó oficialmente su cargo y posteriormente abandonó discretamente la residencia de Downing Street por una puerta trasera, evitando así la atención mediática. Se espera que Sunak continúe liderando el Partido Conservador hasta que se lleve a cabo el proceso para elegir a su sucesor, marcando así el comienzo de una nueva era bajo el mandato de Keir Starmer en el Reino Unido.